A pesar del fiasco de Gran Scala, el macrocomplejo que fue recibido a bombo y platillo por el anterior Gobierno PSOE-PAR y el beneplácito del PP, estos tres partidos impidieron ayer echar el cierre a la fantástica inversión rechazando en el pleno de la Cámara que se eliminara el protocolo suscrito con la promotora y se derogara la Ley de Centros de Ocio de Alta Capacidad que se redactó en ese momento.

El diputado de CHA, José Luis Soro, defendió la resolución inmediata de ese protocolo que comprometía a la Administración Pública con la compañía ILD, vendedora del proyecto "imposible" como medida de "higiene política para limpiar la basurilla" firmada hace cuatro años ante el "engaño" que se ha demostrado con el tiempo y que denunció EL PERIÓDICO en su día. Soro vinculó a este protocolo la Ley de Centros de Alta Capacidad, porque fue "un traje a medida" que plantaba "dudas jurídicas

AVAL DEL PAR Pero CHA solo encontró el apoyo del diputado de IU, Miguel Aso. Estas dos formaciones fueron las únicas que se opusieron rotundamente de un proyecto avalado entusiásticamente por el PAR y con el apoyo --que se fue diluyendo con el tiempo-- del PSOE y el visto bueno del PP.

Precisamente, el diputado del PAR, Antonio Ruspira, aún defendió con ahínco el proyecto a pesar de la escasa solvencia demostrada por los promotores y recordó que han efectuado los tres primeros pagos de los terrenos a los propietarios (un millón de euros reunido con dificultades por unos promotores que querían invertir 17.000 millones) y recordó que la prórroga para abonar la totalidad de los pagos de los terrenos termina en febrero del 2012 (a pesar de que en octubre venció el plazo). Por este motivo, insistió en que el protocolo se finiquitará por sí mismo si no se efectúan los pagos y rechazó cualquier "responsabilidad política" de los anteriores gobernantes porque actuaron con buena intención para crear riqueza en la comunidad autónoma.

También tuvo una compleja papeleta el diputado socialista Vicente Larred, cuyo partido está hoy en la oposición pero fue coimpulsor del protocolo. Consideró temeraria la derogación de la ley ya que esta no solo está hecha para Gran Scala, sino que sirve para cualquier futura iniciativa de ocio de grandes dimensiones que pueda aparecer.

Por parte del PP intervino el diputado Ramón Solana, quien a pesar de reconocer la dificultad de que el proyecto salga adelante, aseguró que el actual Gobierno de Aragón lo apoya como ya lo apoyó cuando los populares estaban en la oposición aunque entonces lo hizo "con matices".

Para Solana, el proyecto era una apuesta de futuro para la provincia de Huesca y para todo Aragón, una apuesta "ilusionante y esperanzadora". También se mostró en contra de la derogación de la ley, porque "no es exclusiva" para el proyecto de Gran Scala y cualquier promotor podría aprovecharse de ella en el futuro.