Cuando se pregunta esto a los responsables políticos, universitarios, ciudadanos, parece que solo existe una contestación posible, y no es así. Es curioso porque hay veces que los diferentes actores defienden políticas antitéticas utilizando los mismos argumentos. Por ejemplo, la frase "hay que garantizar la calidad de la enseñanza" puede ser utilizada para defender el limitar el acceso de todos los estudiantes; el pedir más recursos; defender el sistema corporativista de contratación; que se expongan las estadísticas de fracaso académico; no aceptar que los estudiantes estén presentes en los órganos de gobierno, etc.

Existen muchas modelos de universidad aplicables. Puede ser elitista como forma de que las clases altas se perpetúen en el poder o popular como un camino para la igualdad de oportunidades. Puede ser únicamente una academia de formación de profesionales o, adicionalmente, un espacio de formación de ciudadanos. Puede ser abierta y flexible a la sociedad, con capacidad de proposición de cambios y reacción ante los que de ésta emane; o un lugar cerrado en sí misma regodeándose en su supuesta superioridad intelectual.

UNA UNIVERSIDAD pública de calidad para todos y todas es lo que desde estudiantes en defensa de la universidad reclamamos. Pública para que sea accesible a todos independientemente de la clase social a la que se pertenece; de calidad para que al acceder al mercado laboral podamos ejercer de aquello para lo que nos preparamos; y para todos y todas.

Actualmente, la Universidad de Zaragoza ha avanzado en los últimos años en varias de estas líneas. La apuesta por una universidad accesible se ha visto reforzada por un incremento importante de las becas. También se ha lanzado a un proceso de control interno de calidad.

Si queremos que la Universidad de Zaragoza sea de verdad una universidad pública, de calidad, para todos y todas, esta debe enfrentarse a los varios retos. Seguir incrementando los recursos para becas y otras ayudas, y reclamarlos allí donde sea necesario. Mejorar la calidad docente. Aunque en líneas generales la calidad docente es aceptable, hay que perseguir a los malos docentes, revisar los planes de estudio con problemas, tener las plantillas preparadas a principios de año... Los centros universitarios y muy especialmente los departamentos deben corresponsabilizarse de su papel en alcanzar la mejor calidad.

Adaptarse a los estudiantes del siglo XXI. Los cambios poblacionales y la necesidad de una formación continua han cambiado el tipo de estudiante universitario. Cada vez habrá más proporción de estudiantes que trabajan, más mayores. La universidad pública está en la obligación de atenderlos, con flexibilidad horaria y en la evaluación, incremento de la semipresencialidad, atención a las situaciones particulares- También es preciso revisar la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (Bolonia). Esta es la respuesta de estudiantes en defensa de la universidad a la pregunta inicial, nuestro modelo, compartido por muchas otras personas.