La labor de Ferran Delgado atestigua que el fanatismo es un poderoso motor de la cultura. Solo un fan como él emprende la endiablada tarea de arqueología pop cuyo resultado ha empezado a descubrir el primero de los tres libros que tendrá la edición integral de las tiras de Sky Masters of the Space Force (Glénat), secreta obra maestra de Jack Kirby (Nueva York, 1917 - California, 1994) aparecida en la prensa de EEUU de 1958 a 1961.

Presentar a Kirby debería ser innecesario pero, por si acaso, y de forma contundente como los puñetazos que dibujaba: fue el creador gráfico del Capitán América, los Cuatro Fantásticos, la Patrulla X, el Hombre de Hierro, los Vengadores, la Masa, Thor. Su trabajo con estas vedetes de Marvel es solo la punta del monstruoso iceberg que es su producción, estimada en 25.000 páginas. No se le llama el rey de los cómics porque sí.

INVESTIGACIÓN

La edición de Sky Masters dirigida por Delgado supera a la americana, de la que debía ser una mera traducción. Pueden atribuirlo a la obsesión del hincha. Delgado, rotulista de Glénat, consideró mejorable la calidad de algunas de las tiras reproducidas en el tomo madre a partir de pruebas de imprenta y microfilms. Por supuesto, los originales no están disponibles. Investigó, encontró coleccionistas de EEUU que tienen las páginas donde salieron las tiras insatisfactorias y logró que se las escanearan con inusual resolución. Con el material en su poder, lo restauró (lo está restaurando, de hecho).

Dos años ha dedicado Delgado al primer libro de Sky Masters, que agrupa las tiras diarias publicadas desde septiembre de 1958 hasta noviembre de 1959. El segundo, con el resto de secuencias diarias, está previsto para el Salón del Cómic de Barcelona del 2009. Y el tercero, con las tiras dominicales, para la feria del 2010.

Será en la última entrega donde más lucirá la pequeña gesta de Delgado. No en balde rescatará todas las tiras dominicales de Sky Masters a color, mientras que el volumen americano las ofreció en blanco y negro.

"Está siendo un trabajo animal", dice Delgado. Semejante esfuerzo no se hace por una obra cualquiera. "En Sky Masters coincidieron dos genios. Wally Wood aceptó entintar los dibujos de Kirby porque le admiraba. El resultado es superior a la suma de las dos partes", añade.

El 4 de octubre de 1957 la URSS anunció que había puesto en órbita el satélite Sputnik. La ciencia ficción sideral pasaba, pues, del plano de la fantasía al de la realidad. EEUU iba por detrás en la carrera espacial, uno de los escenarios de la guerra fría. Las exóticas aventuras cósmicas de Flash Gordon, paradigma del género hasta entonces, quedaban de sopetón trasnochadas.

Sky Masters encapsuló la nueva y breve percepción del cosmos. Es patente en la serie el esfuerzo por mantener cierto rigor científico y tecnológico. Asimismo, la space opera tiene un tono tenso y casi paranoico, tan alejado de los delirios anteriores como de la verbena galáctica que se desató cuando desde Cabo Cañaveral se lanzó el 10 de junio de 1962 Telstar, el primer satélite de comunicaciones. Occidente tomaba así la delantera. El instrumental de los Tornadoes Telstar (1962), producido por el marciano Joe Meek, anunció el advenimiento de la space age, optimista ola pop que afectó de la arquitectura a la moda pasando por el cine. De un interregno nos habla Sky Masters.

Pese a la exigencia y las limitaciones del formato tira diaria, Kirby deslumbró en Sky Masters. Su vigoroso sentido del espectáculo, su talento para plasmar la energía ya fuera cinética o cósmica, su bruñido y detallista hardware... todo está allí.