Somalia está sufriendo su cuarto año consecutivo de sequía. 3,2 millones de personas necesitan ayuda alimentaria de emergencia, y las oenegés que trabajan en la zona ya empiezan a tener constancia de ella. «La tasa de niños de menos de cinco años admitidos en nuestros programas de nutrición y salud ha incrementado a más del doble en comparación con el comienzo del año», señala Aurélie Ferial, portavoz de Acción contra el Hambre en Somalia. «Las familias llegan hasta nuestro centro de tratamiento nutricional en completa devastación».