Tanto el ministro español del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, como su homóloga francesa, Michèle Alliot-Marie, calificaron la operación conjunta de las policías española y francesa en Capbreton como "habitual" o "clásica" de vigilancia de miembros de ETA refugiados en Francia. Ambas policías trabajan juntas desde hace años. El último gran avance en la cooperación antiterrorista se produjo a finales del 2004, con la creación de un "equipo común de investigación" compuesto por agentes policiales y magistrados.

Este operativo, constituido el 14 de septiembre del 2004, tiene capacidad para investigar sobre los mismos hechos en la totalidad de los dos territorios, con el objetivo de compartir y transmitir la información, la acción y la estrategia común, y la coordinación de las investigaciones sobre el terreno.

REFUGIO Y ROBOS Pese a esta cooperación, ETA ha seguido utilizando el territorio francés no solo como santuario de refugio, sino como lugar de aprovisionamiento para armarse y fabricar explosivos. Los últimos golpes han sido el robo, el 10 de octubre del 2007, en Lorette (región del Loira), de 2.000 litros de nitrometano, una sustancia que se puede utilizar para fabricar explosivos, y la sustracción de 350 pistolas, en plena tregua, un año antes, en Vauvert, cerca de Nimes. Anteriormente, ETA había cometido varios robos de dinamita en Francia, entre los que destaca el de nueve toneladas, en septiembre de 1999, en Plévin (Bretaña).

Aunque el de ayer es el primer atentado mortal de ETA en Francia, tras la desaparición --no reivindicada-- de dos inspectores de policía, el 5 de abril de 1976, cuyos cadáveres aparecieron un año después con mutilaciones, los etarras ya habían usado antes las armas contra gendarmes franceses para evitar ser detenidos, pero sin víctimas.

La creación del equipo común de investigación policial y judicial hispano-francés se decidió en la cumbre bilateral de Carcasona en noviembre del 2003. Las cumbres anuales han sido citas importantes para aumentar la cooperación antiterrorista, que goza actualmente de una excelente salud. En los primeros siete meses de este año, Francia detuvo a 23 miembros de ETA y entregó a España a seis. Pero no siempre ha sido así.

VUELCO EN 1987 El auténtico giro en la cooperación de Francia con España se produjo en octubre de 1987, cuando el entonces ministro del Interior, Charles Pasqua, lanzó una gran operación contra ETA en el País Vasco francés. Pasqua era ministro de un Gobierno de cohabitación, encabezado por Jacques Chirac, pero la presidencia la ocupaba el socialista François Mitterrand, a quien, en 1983, el presidente del Gobierno español en aquel momento, Felipe González, convenció de la necesidad de cooperar para acabar con ETA.

Fruto de ese cambio, la primera extradición de un etarra se llevó a cabo el 23 de septiembre de 1984. A partir de entonces, la cooperación entre ambos países se incrementó. En junio de 1994, un tribunal de París concedió por primera vez una extradición "por pertenencia a banda armada", delito que hasta entonces no era suficiente motivo. En marzo de 1996, París accedió a entregar a los etarras una vez hubieran cumplido condena en las cárceles francesas (la primera entrega se produjo en agosto del año siguiente).

En diciembre del 2001, en la cumbre de Perpiñán, se acordó la entrega temporal de etarras antes incluso de que cumplieran su pena en Francia y la entrega inmediata de terroristas que en España hubieran cometido un delito más grave.