--Solo han sumado un punto fuera de casa en 10 partidos.

--El dato está ahí, es obvio. Llegamos a Zaragoza con la urgencia de que hicimos un solo punto y seguramente es algo injusto, porque merecimos más. Y además en nuestra casa venimos de una derrota. Estamos muy motivados porque jugar ahí es un orgullo, una motivación enorme. No tenemos en este partido nada a perder pese a ese estado de necesidad que tenemos y será difícil porque visitamos a un equipo que lucha para subir de forma directa, no solo por el playoff.

--La temporada pasada ya logró remontar en la segunda vuelta el Llagostera. ¿Lo repetirán?

--Ahora estamos con dos puntos menos que hace un año habiendo jugado algún partido menos en casa. Repetir el milagro sabemos que es muy difícil, pero lucharemos por esa salvación. Y vamos a ir a más.

--¿Cómo califica el paso de su equipo por Segunda?

--Es que el milagro es que estemos aquí. No creo que haya un equipo de fútbol profesional de un pueblo tan pequeño, de 8.000 habitantes. Si ni siquiera tenemos campo y jugamos en Palamós. En todo somos los más pequeños: 1.500 aficionados vienen a los partidos, el presupuesto es el más bajo, la dificultad para convencer a jugadores ante equipos con más nombre es mayor... Estar dos años en el fútbol profesional es un premio, a ver si lo alargamos.

--No han perdido en Zaragoza. Aspiran a seguir la racha, ¿no?

--El año pasado en Liga hicimos un buen partido y merecimos ese empate, hasta fallamos un penalti. En la Copa, en la primera parte estuvimos bien y el Zaragoza nos pasó por encima en la segunda, pero tuvimos esa suerte para ganar.

--Están cambiando el equipo. Han fichado a Edu Oriol, José Carlos, Tébar, Quesada...

--Son jugadores con experiencia, algunos también en categorías superiores, y que quieren reivindicarse. Queremos cambiar un poco la cara del equipo, con gente de mayor nivel y poso. Teníamos jugadores jóvenes o algunos brasileños que no estaban tan metidos como los que tenemos ahora en el club.

--¿Qué le parece el cambio drástico en el Zaragoza, con un entrenador y un director deportivo nuevos y con varios refuerzos a realizar este enero?

--Desconozco el porqué de los cambios y creo que Popovic estaba haciendo un buen trabajo. Narcís Juliá es un tipo muy preparado, de mucho nivel, que ha estado en el Barça, en un club grande. Seguro que lo hace bien. Y Lluís Carreras seguro que intenta ese fútbol con posesión y con calidad, porque los dos son de ese estilo Barça. Ellos ya tienen jugadores que son top en Segunda, aunque imagino que estarán buscando también los que consideren necesarios para su estilo.

--Usted lleva tiempo en el fútbol catalán. Conoce bien a los dos.

--Sí. Cuando Narcís estaba en el Barcelona y yo en el Girona de director deportivo negociamos por Gumbau, que se marchó. Le tengo en muy buena estima. A Lluís también le conozco bien, era entrenador del Sabadell y hemos visto partidos juntos de otros rivales, hasta en un momento dado lo quise fichar como entrenador. Mi valoración de él es máxima, es un tío muy preparado y que seguro que en pocos años estará dirigiendo en un club de Primera.

--¿Cómo ha visto al Zaragoza en los dos partidos con Carreras?

--El derbi estuvo muy condicionado por la expulsión, pero levantarse con uno menos tiene mucho mérito. Y tuvo la mala suerte del empate final. En Oviedo vi bien al equipo, pero es que la Segunda está muy nivelada y hay que dar tiempo, que el técnico pueda trabajar, implantar sus ideas. A mí el Zaragoza me gustaba antes y ahora también.

--Como hombre muy vinculado al fútbol catalán, ¿qué le parece la posibilidad en caso de independencia de una Liga catalana?

--Es una posibilidad muy lejana y al final todos tendremos que hacer lo que toque. El Llagostera seguiría siendo un equipo modesto, porque aquí hay pueblos y clubs más grandes. La valoración personal de una Liga catalana prefiero guardármela.