"Volé 15 metros por el fuerte impacto". "La gente quedó atrapada entre los asientos". "Las imágenes que he visto son terribles". Así hablaban este miércoles los supervivientes del accidente ferroviario en la estación terminal de Once, en el corazón de la ciudad de Buenos Aires, donde han muerto al menos 49 personas y otras 550 han resultado heridas, algunas de ellas gravemente. La tragedia ha tenido lugar a menos de tres kilómetros de la sede presidencial argentina.

"El tren no pudo frenar, y luego se sintió el impacto", contó otra pasajera. "Adentro comenzaron a escucharse gritos desesperados. La gente salió como pudo", añadió.

Todo sucedió a primera hora de la mañana, la más problemática. El convoy del Ferrocarril Sarmiento descarriló cuando terminaba su recorrido e impactó contra uno de los andenes de la estación central. Venía a 20 kilómetros por hora y, según las primeras investigaciones, no pudo frenar.

Aullidos de los atrapados

Los bomberos de la Policía Federal trabajaban arduamente para sacar gente de los dos primeros vagones. Los aullidos de los heridos se escuchaban a metros. "Sentí un fuerte impacto y la gente comenzó al caerse unos encima de otros", describió uno de los frecuentes usuarios de la línea Sarmiento, que salió indemne pero en estado de conmoción.

Las primeras personas heridas han sido trasladadas al Hospital Ramos Mejía, ubicado a pocas cuadras de la estación. "Esto ha sido muy grave", ha reconocido el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi.

Infraestructura deteriorada por las privatizaciones de Menem

El servicio ferroviario argentino fue destruido en los años 90 cuando, en el marco del proceso de privatizaciones, el presidente Carlos Menem lanzó la consigna "ramal que va a huelga, ramal que cierra". Muchos pueblos quedaron aislados. La infraestructura ferroviaria, deteriorada.

La línea Sarmiento suele ser altamente conflictiva, por la gran cantidad de pasajeros que transporta desde la zona oeste de la periferia bonaerense. La gente viaja abarrotada. Subirse al tren suele ser una verdadera hazaña. Muchas veces, es hasta imposible.

En el 2005, pasajeros de la línea Sarmiento prendieron fuego a cuatro vagones a la altura de la estación Castelar por demoras del tren. En el 2008 incendiaron otro tren; esta vez fueron ocho vagones, uno a la altura de Castelar y el resto a la altura de Merlo. El último incidente ocurrió el pasado 2 de mayo, cuando pasajeros de la línea Sarmiento quemaron 16 vagones de forma casi simultánea, rompieron cámaras de seguridad y destrozaron una máquina expendedora que luego arrojaron a las vías.

Accidente con 11 muertos el pasado septiembre

Los accidentes en la línea Sarmiento son frecuentes. Once personas personas murieron y 228 resultaron heridas en septiembre pasado al chocar dos trenes y un bus en el barrio de Flores. El conductor del transporte cruzó las vías con la barrera bajada y los dos trenes no pudieron detenerse. Entonces, el Gobierno consideró que la situación del sistema ferroviario había llegado a un punto de no retorno y debía modernizarse.

La única tentativa de modernización del sistema fue la construcción de nuevos vagones de dos pisos, con aire acondicionado, LCD, GPS y televisión digital, justamente en el Sarmiento. Pero los trenes circulan sobre vías que están muy deterioradas. La gestión del servicio ferroviario corresponde al sector privado, que recibe fuertes subsidios de 2,5 millones de euros cada 24 horas.