Fue una súbita concienciación de que el resfriado podía tener unos costes económicos elevados --por las horas de trabajo perdidas-- la que hizo que la comunidad científica empezara a buscar seriamente una cura contra la enfermedad. Los británicos asumieron la responsabilidad de encabezar la empresa, y a mediados de los años 40 el Consejo de Investigación Médica del Reino Unido puso en marcha la que fue bautizada como Unidad del Resfriado Común, que durante medio siglo --y en vano-- intentó hallar un método para enfrentar la popular dolencia. Eso sí, los británicos siguieron investigando, y ahora han dado un paso de gigante: suena raro, pero por primera vez han conseguido inocular el virus en un ratón de laboratorio. Un logro, aseguran, que acelera la investigación y despeja nuevos caminos.

Es la primera vez que un ratón padece un resfriado. En realidad, es la primera vez que un animal distinto del hombre o del chimpancé se constipa. El mayor mérito del equipo comandado por el virólogo Sebastian Johnston, del Imperial College de Londres, ha consistido en modificar genéticamente el animal para hacerlo vulnerable a los más de 100 rinovirus que provocan la mayor parte de los resfriados. ¿El truco? Los científicos implantaron la proteína "receptora" que emplean los rinovirus para poder infectar las células en el sistema respiratorio del roedor.

"Primero comprobamos que, una vez en el interior del ratón, un rinovirus se reproduce igual que en las células humanas --explica Johnston, que ha hecho público su hallazgo en la edición de esta semana de la revista Nature Medicine--. Pero el virus no podía infectar las células porque el receptor, que actúa como una llave para abrir puertas, se lo impedía".

ABRIR UNA PUERTA En favor de la Unidad del Resfriado Común y de su monumental fracaso hay que recordar que no podía echar mano de los avances actuales de la genética. Pero Johnston y su equipo sí. "Modificamos el receptor del ratón para que se pareciera un poco más al del ser humano --dice--. Esto significa que el virus podía infectar las células de este ratón modificado".

Así que ahora en el Imperial College tienen un roedor con resfriado. ¿Y ahora qué? "Es la primera vez que es posible estudiar una infección de rinovirus en un animal pequeño", continúa el científico, plenamente convencido de que la puerta que consiguieron abrir para infecta al ratón es una especie de metáfora de la luz que puede alumbrar desde ahora la investigación. "Los rinovirus son una de las principales causas del resfriado común, y si tienes como modelo a un animal pequeño puedes acelerar el hallazgo de nuevos tratamientos potenciales", dice.

Buscar una cura contra el resfriado puede parecer un asunto menor al lado de las que se han convertido en las grandes preocupaciones de nuestro tiempo, como el cáncer y el sida, pero el propio Johnston se encarga de hacer ver que no es tal. "Los rinovirus no son virus inocentes. Matan a mucha gente, solo hay que pensar en los que mueren víctimas de los ataques de asma aguda, la bronquitis crónica o el enfisema".

Es allí donde apunta el verdadero alcance de la investigación. Sí, es posible que los hallazgos que se deriven del estudio del ratón resfriado, si todo va bien, permitan encontrar la cura de la enfermedad más de a pie que sea posible imaginar, pero también permitirán salvar vidas. El equipo responsable es optimista, y considera que a partir de ahora podrán estudiar las infecciones más peligrosas, aquellas que amenazan directamente la integridad de los pulmones y pueden causar la muerte.

"El trabajo con ratones debería permitir dar un empuje decisivo al desarrollo de nuevos tratamientos contra el resfriado común, pero también contra enfermedades potencialmente mortales", explica Johnston.

EL MISMO PATROCINADOR La mejor prueba de que el Reino Unido sigue comprometido con la causa es que el mismo Consejo de Investigación Médica que durante 50 años mantuvo en marcha la Unidad del Resfriado Común --decenas de voluntarios reclutados de entre el público en general, a través de la prensa, pasaron largas temporadas en las instalaciones de Salisbury, dedicados exclusivamente a enfermarse-- es el mismo que ha patrocinado la investigación de Johnston y su equipo. Su director ejecutivo, Leszek Borysiewicz, dijo esto: "Este importante y fundamental descubrimiento nos permitirá entender los efectos que el resfriado común tiene sobre nuestra salud".