Una persona que fume en un lugar no autorizado pagará una multa de 30 euros, cifra que aumentará si es reincidente. La Consejería de Salud del Gobierno de Aragón, sin embargo, apuesta porque la ley antitabaco, que prohibe el humo en lugares públicos, pero también en puertas de colegios, hospitales o parques infantiles, se cumpla por el "convencimiento personal" y no por la "acción policial", teniendo en cuenta que con la norma se ganan "espacios libres de humo".

MUCHAS DUDAS A pesar de esta intención, las dudas sobre quién garantizará el cumplimiento de la ley son muchas. En los establecimientos de hostelería son los propios inspectores de Salud Pública los que vigilan el cumplimiento de la norma. Otras situaciones, sin embargo, son más complicadas. Por ejemplo, si será la Policía Local la encargada de sancionar al padre díscolo que fume mientras espera a sus hijos en la puerta del colegio. Y parece que sí. También si deben ser los propios hosteleros los que se encarguen del cumplimiento de la norma en sus locales.

Estas lagunas están siendo estudiadas por el Departamento de Salud, que publicará la próxima semana en su web casos prácticos con recomendaciones sobre lo que una persona debe hacer si detecta un incumplimiento de la ley antitabaco. Además, los locales de ocio deberán mostrar carteles (en la imagen) de que su establecimiento es una zona libre de humos

Hasta el momento, el cumplimiento de aquella norma ha sido "muy alto", y prueba de ello es que durante el 2009 se llevaron a cabo más de 3.190 inspecciones, se recibieron 73 denuncias pero las sanciones fueron 25.