Síguenos en redes sociales:

CONSECUENCIAS DEL DÉFICIT DE PLAZAS EN EL SUR DE ZARAGOZA

La eterna congoja de Valdespartera

El sorteo de vacantes escolares volvió a deparar lágrimas en el barrio zaragozano

La eterna congoja de Valdespartera

Salió el 010 y se desataron las emociones en el colegio Valdespartera. Unos fruncían el ceño sin saber con certeza si el azar había sido amable. Otros reían y acudían raudos al móvil para trasladar la buena nueva a sus allegados, pero también hubo lágrimas de los damnificados por la fortuna que veían esfumarse un sueño. Nada nuevo, en verdad, en Valdespartera, un barrio sempiternamente castigado por la falta de plazas escolares, lo que ha abocado a muchos niños a escolarizarse fuera del barrio a lo largo de los últimos años.

Elena tiene muchas probabilidades de sumarse a esa nómina de vecinos que deben exiliarse. Su número --el 108-- quedó demasiado lejos del que la suerte eligió como punto de partida y, además, el resto de opciones que incluyó en la solicitud tampoco cuentan con vacantes. "He tenido muy mala suerte porque creo que lo tengo imposible para que mi hijo pueda entrar a este colegio y, además, el Valdespartera III, mi segunda opción, también está lleno, como el colegio Romareda, la cuarta, así que creo que solo me queda la opción del centro de Arcosur", lamenta.

Si su instancia es aceptada en el centro virtual --no abrirá hasta el curso 2017-18 y, mientras tanto, los niños adscritos acudirán en aulas puente a Rosales del Canal--, deberá desplazarse en coche "porque no existe transporte público", recuerda antes de entonar un resignado "qué le vamos a hacer".

En Valdespartera, todos los colegios están llenos. Los dos existentes en el barrio y también el más cercano situado en Montecanal, lo que dejará a 80 alumnos fuera del centro elegido en primera opción. Quizá no sea el caso de Lorena. Su hija Paula cuenta con opciones de quedarse en el barrio, ya que su número --el 49-- no queda demasiado distanciado del 10 que marca el inicio de la cuenta. En todo caso, ella prefiere no hacerse ilusiones. "Hasta el 5 de mayo, cuando se colgarán las listas de los alumnos admitidos, no se sabrá nada, pero no entrar me supondría un trastorno enorme porque vivo aquí al lado", indica. Ella, al igual que el resto del barrio, aseguran sentirse "agotados" ante una lucha continua por la construcción de más colegios. El Departamento de Educación ha prometido tres más en los próximos cuatro años después de años de inacción de la Administración en esta zona. Pero para muchos de ellos, la medida llega demasiado tarde.

Así lo advierte Bárbara que, junto a una veintena de padres, está llevando a cabo una recogida de firmas para solicitar a la DGA la apertura de un aula más que permita a otros 25 niños más quedarse en Valdespartera. Hoy entregarán en Educación más de 600 rúbricas. "Llevamos seis años y medio reclamando dos colegios más y ahora es bastante tarde", dice.

Ella, si entra, lo hará "por los pelos" porque "descontando las solicitudes de niños que tienen hermanos ya en el centro --que cuentan con el acceso garantizado-- y las rentas bajas --obtienen puntuación extra y eso les otorga prioridad--, el colegio tan solo ofrece 25 plazas", subraya. El resto de sus opciones, salvo el Cesáreo Alierta, en la zona de Romareda, tampoco disponen ya de vacantes. "Que se queden aquí, aunque sea en un aula prefabricada, porque el que se va del barrio ya no vuelve", asegura.

Mercedes Ramos, la directora, no se acostumbra a ver las lágrimas de los padres cada año a estas alturas. "Es muy duro", garantiza. Ella apuesta por un modelo distinto, estableciendo anillos de distancia en lugar de zonas. "Quizá así sería diferente", sostiene.

Pulsa para ver más contenido para ti