El mercado de oficinas de Zaragoza sufrió un bache en el 2019 ya que la superficie contratada descendió un 62,5% respecto a los datos registrados en el 2018, que fueron los mejores de la última década. El 2019 cerró con 10.940 metros cuadrados comercializados frente a los 29.200 del año anterior, según los datos facilitados por la consultora CBRE.

La explicación a este retroceso está en la escasez de producto de calidad en las zonas más demandadas de la capital. De hecho, los espacios más requeridos -sobre todo en la zona del área central de negocios de la ciudad-, están por encima del 90% de ocupación, lo que ha provocado un retroceso en el mayor número de operaciones cerradas. Por tanto, el reto del sector ahora es tratar de «reposicionar» parte de la oferta para adaptarla a las necesidades de las empresas. «Por su tamaño, dinamismo y excelente comunicación, Zaragoza es ciudad atractiva para los planes de expansión o consolidación en el mercado español de compañías nacionales e internacionales», apuntó el director de la oficina de CBRE en Zaragoza Miguel Ángel Gómez. A su juicio, muchas de estas empresas demandan edificios bien ubicados, de calidad y que potencien su imagen de marca. Sin embargo, para encontrar esto «se encuentran con grandes dificultades».

Así, se ha producido un desplazamiento en la contratación de oficinas hacia las zonas periféricas. De esta forma, la contratación en polígonos se ha duplicado en el 2018 hasta alcanzar los 1.400 metros cuadrados, aunque la zona centro sigue acaparando el 50% de las operaciones.

En cuanto a la tasa de disponibilidad de superficie de oficina en Zaragoza, se ha reducido en todas las áreas a lo largo del 2019 y cerrado el ejercicio en el 15,27% (casi 1,1 millón de metros cuadrados).

Perspectivas positivas

Para el 2020, las perspectivas son «positivas», según Rando, ya que se estiman niveles de absorción superiores a los 20.000 metros cuadrados, con la llegada de algún operador relevante de espacios flexibles, y se van a consolidar las periferias. Además, considera que «va a ser un año de oportunidades para aquellos propietarios de edificios bien ubicados».