El Periódico de Aragón

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LA GANADERÍA DE LIDIA EN LA COMUNIDAD

Los costes frenan al sector taurino, pese a subir los festejos en Aragón

Los ganaderos, que llegaron a sacrificar reses, ven aumentar las sueltas un 30% | Los precios de las vaquillas y los toros están en niveles de antes de la pandemia

Calatorao disfruta estos días de un amplio programa de festejos taurinos. EL PERIÓDICO

Si Aragón celebró hasta 2.000 festejos taurinos en el 2019, se calcula que esta cifra podría haber aumentado un 30% durante este año. Así lo asegura una de las referencias en el mundo del toreo en Aragón, Imanol Sánchez. «Esto sería lo que hemos sondeado, pero hasta que no finalice la temporada taurina no lo sabremos con exactitud», concreta el de Pedrola. No obstante, estos números pinchan en hueso para los ganaderos aragoneses. Algunos de ellos defienden que los precios por una suelta de vacas se han quedado «estancados» y no se ajustan al aumento de sus costes en materia de gasoil y alimentación. El año pasado ya se vieron obligados a sacrificar un número considerable de cabezas y, si todo sigue igual, todavía serán unas cuántas más.

Rafael Alarcón está trabajando, «prácticamente», lo mismo que en 2019. «Por lo menos habremos completado 70 sesiones en unos 30-40 pueblos», concreta este ganadero de Pastriz mientras enumera una larga lista de municipios donde ha estado: La Puebla de Alfindén, Pinseque, María de Huerva o Caspe. Sin embargo, no todo son buenas noticias: «La lástima es que llevamos el mismo precio que en el 19. Y eso es vergonzoso porque ayuntamientos y comisiones decían que nos iban a apoyar y nada de nada». Al respecto, Alarcón defiende que la paja le ha subido «cuatro pesetas», pero el pienso se le ha disparado «como cuatro veces».

«La sensación es muy mala porque, como te digo, la paja te cuesta tres o cuatro pesetas más cara. Y espera porque el futuro no lo veo negro, lo veo muy negro. No sé si se va a poder mantener este ganado en invierno», sentencia Alarcón. Él ya había sacrificado 250 animales durante este tiempo de parón y calcula que «aún» tendrá que quitarse más.

La misma suerte han corrido los animales de la ganadería Hermanos Ozcoz, en Fuentes de Ebro. El año pasado, apunta Félix, ya sacrificaron 150 cabezas, pero este año han vuelto a las andadas. A él tampoco salen las cuentas. «Solamente en comida nos ha podido subir un 40%. Si antes un viaje de pienso te costaba 1.000 euros, ahora te vale 1.400. Es una pasada. Luego mira el precio que lleva el gasoil», puntualiza.

Tampoco se quedan atrás en la ganadería Hermanos Joven, cuya finca se ubica en el término municipal de Calatorao. «Han sido dos años fatales. Hemos matado a más de la mitad de nuestras reses. En 2019 teníamos unas 230 y, ahora, 100. Era imposible aguantar», cuenta Javier, quien calcula que alimentar a un animal le cuesta entre 1 y 1,20 euros: «Echa un euro para redondear. Son 100 euros al día. Más luego cuenta lo que tenemos fijo siempre de autónomos y gasoil».

Los ganaderos coinciden en que una sesión debería costar 1.000 euros

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Alarcón asegura que una suelta de vaquillas de dos horas de encierro debería ser «mínimo, mínimo, mínimo» 1.000 euros. «Y lo están haciendo por 600 y 700 euros. Incluso hay gente que está saliendo por ahí por 400 euros», añade a la vez que lamenta el poco apoyo que muestran entre ellos mismos: «Estamos muchos ganaderos y mal unidos. Mira, si dijéramos pues esto vale tanto y esto es lo que tiene que valer. Pero bueno, el que más chifle, acaparador. Aunque también te digo. Más vale hacer diez pueblos bien hechos, que no 20 mal hechos. Es decir, es mejor hacer diez pueblos a su precio porque ganas tú, ganan las vacas y gana todo el mundo».

Con él coincide plenamente Ozcoz: «Una suelta normal de vaquillas debería costar 1.500 euros para que pudieran rendir bien los animales, porque las vacas tienen tantas salidas en temporada». El de Fuentes de Ebro insiste en que los precios en los que se mueven son «rácanos», pues se han quedado «estancados». «Yo me acuerdo que estábamos cuatro ganaderos cuando tenía las vacas mi padre. Pero ahora estamos una barbaridad y se preparan unas riñas de perros por 100 euros menos, por ejemplo», sentencia este ganadero.

«Deberíamos cobrar algo más, sí. Algo hemos podido subir en algunos sitios, pero en otros nada», afirman desde la ganadería Hermanos Marcén, en Leciñena. Al igual que sus compañeros, Marcén también llegó a sacrificar 200 cabezas entre 2020 y 2021, aunque este año no ha tenido que mandar ninguna al matadero. La alimentación también se le ha encarecido por «el tema de los portes».

«Hemos vuelto a trabajar con normalidad. Habremos completado entre 130 y 140 festejos. Son unos buenos números aunque sean inferiores a 2019, pero es que lo de ese año fue una barbaridad», recuerda Marcén. Este año ya han estado en Pamplona, Villanueva de Gállego o Teruel. Ayer hicieron lo propio en Cosuenda y hoy en Figueruelas. «La respuesta ha sido fabulosa. En Calatayud no había visto tanta gente en la vida», finaliza.

Alegría en la calle

Desde Hermanos Joven aseguran que esta temporada igual llegan a completar 15-20 sesiones más que en 2019, cuando hicieron 50. «Mira que me pena, pero he tenido que decir a cuatro pueblos que no puedo. Al haber estos dos años de pandemia, los ayuntamientos han ahorrado y están echando el resto», dice Javier. Durante los dos años de pandemia, no completaron ninguna sesión. Volvieron a los ruedos el pasado 18 de enero con un toro de ronda en La Almunia de Doña Godina, a lo que le siguieron otras localidades como Fuendetodos, Morés o una exhibición de anillas en Colmenar de Oreja (Madrid).

«Echas las becerras a las ocho de la mañana y ves a la gente que lo vive», dice un ganadero

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«La gente tiene ganas. Echas las becerras a las ocho de la mañana y ves a la gente que lo vive, eso es lo que hace afición. El ambiente era muy frío estos dos últimos años. Necesitas ese ambiente de fiestas, echarte un par de cubatas, comer con los amigos. Al final, este oficio es para los pueblos y cuando te clavas dos años echando billetes de 50 euros a la hormigonera, imagínate lo que te llena todo esto ahora», concluye este ganadero. 

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