La vicepresidenta del Gobierno y ministra para de Transición Ecológica, Teresa Ribera, visitará este lunes la comarca de Andorra con el reto de garantizar un futuro de prosperidad a esta zona de Teruel tras el fin, hace ya más de años, de la industria minero-eléctrica del carbón. Era la piedra angular de una economía que sigue a la espera de completar su reconversión. El motivo del viaje es precisamente dar a conocer el prometido convenio de transición justa, un plan, anunciado hace casi cuatro años, con el que el Ejecutivo central y el aragonés pretenden reactivar este territorio afectado por la descarbonización energética.

El documento, que se ha elaborado de forma consensuada entre el ministerio y la DGA y tras un proceso de participación pública que se llevó a cabo hace dos años, contempla la ejecución y desarrollo de una serie de infraestructuras, proyectos e inversiones con las que se quiere recuperar el empleo perdido en los municipios mineros.

La expectación entre los alcaldes y vecinos de la zona es máxima. Ribera dará a conocer el contenido del convenio ante los agentes económicos y sociales en un encuentro que dará comienzo a las 16,15 horas en la Casa de Cultura de Andorra.

Antes visitará la vecina localidad de Ariño para conocer in situ dos proyectos empresariales que han empezado a ser una realidad. El primero de ellos será la planta de Forgasa (Fertilizantes Organominerales de Aragón), una iniciativa de Samca, el grupo que antes explotaba el carbón turolense para alimentar a la central térmica de Andorra, que se cerró en el verano de 2020. El segundo de los proyectos que verá la ministra será el centro de ensamblaje y ensayos de Thermowaste, una firma recientemente implantada en la zona que fabrica unos innovadores reactores para plantas de reciclaje de residuos sólidos urbanos.

El viaje amargo de enero de 2019

El viaje se produce casi cuatro años después del que hizo a estas tierra, pero en un contexto muy diferente al de ahora. Entonces, el 23 de enero de 2019, se acababa de producir el cierre repentino de las últimas minas de carbón que quedaban en Aragón, situadas en Ariño y Foz Calanda, y pocos meses después de que Endesa anunciara la fecha definitiva para la clausura de la térmica.

La vicepresidenta no se va a encontrar el ambiente hostil al que tuvo que enfrentarse en su anterior visita, en la que se organizó una agitada concentración de protesta por la situación de angustia que se vivía por el desmantelamiento del carbón. Aunque la situación de ahora no es ni mucho menos idílica, sí que han empezado a tomar forma algunos proyectos empresariales y ya se ha resuelto el concurso del nudo eléctrico Mudéjar, por el se han adjudicado se han adjudicado 1.200 megavatios de potencia renovable.

El ganador del proceso ha sido Endesa, que se ha comprometido a poner en marcha en la zona de inversiones por valor de 2.000 millones, un proyecto que incluye plantas industriales y que promete crear 300 empleos fijos a largo plazo.