LA INFLACIÓN A PIE DE CALLE

Los consumidores de Aragón y la cesta de la compra: "Hay que mirar el céntimo como si fuera la posguerra"

Los clientes que visitan el Mercado Central de Zaragoza coinciden en que el pescado y la carne son los dos productos que más han incrementado su precio | "Si el mar está agitado, hay menos peces y sube el precio. Hay que entender que si hay olas de ocho metros, no hay pescado", dice un pescatero

Los consumidores consideran que el pescado es uno de los productos que más ha aumentado su precio.

Los consumidores consideran que el pescado es uno de los productos que más ha aumentado su precio. / ANDREEA VORNICU

La resignación invade a los clientes del Mercado Central de Zaragoza ante la "elevada" subida de precios que ha encarecido una cesta de la compra en la que cada vez hay menos ternasco y menos merluza. De hecho, Jesús solía comprar "ternasquico" una vez a la semana, pero ahora lo tiene que hacer "una vez al mes". "La carne está que se sube por las nubes, son precios muy elevados a razón del sueldo que gano", lamenta este jubilado mientras espera su turno para comprar patatas, cebollas y mandarinas en el puesto de Javi y Silvia, próximo a la entrada más cercana a las ruinas de las murallas romanas.

Su comportamiento a la hora de comprar frutas y verduras no ha cambiado pero, en el caso del pescado, ha pasado a comprar también una sola vez al mes y le basta con una merluza para él y su mujer, ya que "por lo menos nos dura cinco días". Para Conchita, que recoge el medio kilo de salmonetes y el otro medio de merluza que acaba de comprar en la pescadería Pablo Mar, el pescado "ya hace días que está caro". "Cunde menos el dinero, parece que te lo quitan de las manos", señala esta pensionista.

A ella se suma Mari Cruz, también pensionista, que para comparar precios se recorre "tres o cuatro tiendas" hasta que encuentra el mejor precio por kilo. De hecho, llega al Mercado Central con su carro de la compra tras haberse pasado ya por otros supermercados. "He visto la merluza a 17 euros y por eso alguna vez tenemos que tirar de congelados en casa. Es que tengo la sensación de que el hombre no va a poder solucionar este problema. Me acuerdo de mi madre con eso de que hay que mirar el céntimo como en la posguerra", comenta.

No obstante, Carlos Barrera, encargado en la pescadería Pablo Mar, defiende que el del pescado es un sector "exclusivo" y "peculiar" pues se trata de un gremio "menos generalista que los demás". "Dependemos del mar. Si el mar está agitado, hay menos peces y sube el precio. Hay que entender que si hay olas de ocho metros, no hay pescado", argumenta Barrera, que recuerda que el precio de la sardina superaba los ocho euros anteayer, pero hoy se sitúa en 5.40.

"La subida y la bajada de los precios atiende a la oferta y la demanda", continúa este pescatero, que cuenta con "una línea de venta muy regular durante todo el año" pues el consumo en su puesto es "muy diario".

"Subimos los precios a raíz de cómo compramos y teniendo en cuenta que contamos con nuestro margen. Todo depende de las subastas, de un día para otro te puede subir cinco euros", defiende Barrera mientras enseña en su mostrador productos "más asequibles" como las perlas o las sardinas y otros más caros como el bacalao y el salmón, a 16 y 20 euros respectivamente por kilo. "Estos cuesta más venderlos, pero al final se vende todo", concreta.

Lola Alquézar, al otro lado del mostrador de carnicería Redondo junto a otro de los empleados de este puesto.

Lola Alquézar, al otro lado del mostrador de carnicería Redondo junto a otro de los empleados de este puesto. / ANDREEA VORNICU

Mismos ingresos y más gastos

En carnicería Redondo, una de sus trabajadoras, Lola Alquézar, coincide en que el volumen de kilos que venden apenas ha variado, pero la diferencia la notan a la hora de echar números. "Vendiendo lo mismo sacas menos dinero", admite Lola, enumerando casi de carrerilla una retahíla de gastos que se han disparado como "la luz, los empleados y la seguridad social" y otros como "los mil euros de comunidad y las tasas del Ayuntamiento". A estos gastos corrientes se suma también el desembolso de 80.000 euros para hacerse con este rincón en el Mercado Central.

Aún así, a partir de Reyes, el kilo del costillar de ternasco ha bajado un euro, desde los 15.90€/kg que marcaba en plena campaña de Navidad hasta los 14.90 de este viernes.

Esta carnicera es consciente de que no pueden repercutir grandes subidas en el precio del producto que ofrecen al consumidor, pues se trata de un mercado "con mucha competencia" al que la gente llegar a comprar "mirando precios". "Tratamos de sujetar mucho los precios. Igual una semana te llama el matadero con una subida de diez céntimos y no la acabas repercutiendo hasta dentro de cuatro", afirma. Ante esta situación, Lola poner en valor la fidelidad de su clientela: "Son clientes de muchos años y saben que es bueno lo que vendemos".

También hay algunos como Angelines que no ven problema en "cambiar jarretes por el cuello de ternasco" para sus guisos. "¡Que no nos vamos a morir tampoco!", exclama esta clienta. Para el pescado ya no compra "algo a más de 15 euros el kilo" y, como las sardinas, el choco y la dorada están "bien de precio", ya ha decidido su pedido en la pescadería Pablo Mar.

El Mercado Central afronta los viernes como el día mas fuerte de la semana por lo que las filas se repetían en los puestos.

El Mercado Central afronta los viernes como el día mas fuerte de la semana por lo que las filas se repetían en los puestos. / ANDREEA VORNICU