La unión de Astún con Formigal avanza sin concretar el proyecto

La unión de estaciones de esquí de Astún y Formigal ha dado este martes un nuevo paso adelante con la firma de un convenio de colaboración entre el Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Huesca, Aramón y Astún, en un acto cargado de simbolismo y falto de concreción. Las instituciones promotoras de un proyecto que ha sido «un sueño», ha llegado a decir el presidente de Aragón, Javier Lambán, se han esforzado por destacar la «sostenibilidad» de la propuesta y por reflejar la «unanimidad» que suscita en el territorio que tiene que vivir de la nieve. Pero tampoco este martes, muchos meses después de que se anunciara el proyecto y de que se confirmara la aprobación de los fondos por parte de la Unión Europea (nada menos que 26 millones), se han dado a conocer los detalles técnicos de la unión de estaciones por Canal Roya. Lo que sí se ha confirmado es que está «todo preparado» para que avancen los últimos trámites administrativos que permitan terminar las obras antes de finales de 2025. También se ha asegurado que, en los tres primeros años desde su puesta en marcha, la conexión entre los valles de Tena y del Aragón dejará un impacto económico de 50 millones anual.

En la Sala de Columnas del Pignatelli, los responsables de las cuatro entidades han rubricado un acuerdo que les compromete a colaborar en la materia y con el que han querido mostrar una imagen de unidad institucional y política en torno al proyecto después de semanas de tensión por las discrepancias entre los socios del cuatripartito y la exigencia de agilidad desde el Pirineo. La unión de Astún y Formigal por Canal Roya, cabe recordar, sigue teniendo como detractores a numerosas asociaciones ecologistas –que siguen manifestándose en contra– y partidos políticos como Izquierda Unida, Podemos y Chunta Aragonesista. Estos dos últimos, socios del Gobierno, no han tenido que guardar la compostura en una foto a la que tan solo ha asistido la mitad del Ejecutivo que defiende la unión, con el presidente Lambán a la cabeza, y el vicepresidente y consejero de Industria y Turismo, Arturo Aliaga, que no ha respondido a ninguna pregunta y así ha evitado hablar de su expulsión de la presidencia del PAR. 

Los ecologistas exigen frenar el "destrozo" de Canal Roya

Ha sido el primer acto público para Javier Lambán después de su ingreso hospitalario. Ante los periodistas el líder socialista ha defendido un proyecto que supone «cumplir un sueño» para el que el Ejecutivo aragonés lleva trabajando «desde 2015». «Los fondos europeos nos brindan la ocasión de lograr ese sueño», ha continuado.

Lambán ha recordado que el proyecto costará en total 34 millones de euros, de los que 26 se pretenden sufragar con fondos europeos y el resto los asumirá el Gobierno autonómico, y dejará un impacto en el PIB de Aragón de «50 millones de euros anuales».

El presidente aragonés ha recalcado las «ventajas innumerables» del proyecto, también las medioambientales, como la «eliminación de emisiones de CO2 por la supresión de los coches que circulan entre ambos valles», y por el «fortalecimiento y la vitalidad en el territorio del Pirineo». «No solo hay que proteger el paisaje, sino también el paisanaje», ha incidido, parafraseando a Felipe González hablando de la lucha contra incendios.

La presidenta de Aramón y consejera de Economía del Ejecutivo, Marta Gastón, ha explicado como representante del hólding de la nieve el proyecto de forma muy somera, repitiendo datos ya anunciados con anterioridad. Ha recordado que el telecabina unirá por cable a lo largo de 4,3 kilómetros los valles del Aragón y de Tena, logrará conectar ambos espacios en poco más de 14 minutos y transportará «2.400 esquiadores cada hora». 

Un proyecto elaborado «con mimo y delicadeza», ha defendido Gastón, que «quieren» los habitantes del territorio y que «cada día está más cerca». La unión, ha asegurado, será «una inyección de competitividad» para la zona, que se posicionará en el puesto número 11 del mundo en kilómetros esquiables y el primero en España, cuando se sumen Panticosa y Candanchú. Contando solo con la unión de de Formigal y Astún, el complejo estará en el puesto número 30 del mundo. A partir de la unión de estaciones, se prevé un aumento de un 9% del número de esquiadores y visitantes en tres años, que se situaría alrededor de 125.000.

"Totalmente reversible"

El presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Miguel Gracia, ha recalcado los apoyos y la sostenibilidad del proyecto, con una instalación «reversible», movida por «energía limpia» y que «no contempla ninguna ampliación de dominio esquiable respecto a lo ya existente». Ha asegurado que no verá la luz ninguna obra «sin los permisos ambientales» y ha garantizado que el proyecto se adaptará a los criterios que marque la Declaración de Impacto Ambiental. Eso sí, ha añadido que «los habitantes del Pirineo no son los causantes del cambio climático» y ha pedido «inversiones» para mejorar la competitividad de la nieve también «sin olimpiadas y sin fondos europeos».

El vicepresidente del Gobierno de Aragón y consejero de Industria y Turismo, Arturo Aliaga, ha asegurado que la unión de estaciones permitirá dar «un salto cualitativo y cuantitativo considerable» con un proyecto «serio, sólido, sostenible, que pretende crear un destino rural con fuerza y con los criterios de sostenibilidad por delante».

Por su parte, el máximo responsable de la estación de Astún, Jesús Santacruz, ha recalcado que el sector de la nieve «tiene que crecer para poder competir» y ha asegurado que el proyecto permitirá a las estaciones del Pirineo aragonés «concurrir en condiciones de igualdad» con otras instalaciones donde se han invertido grandes sumas, como las de Andorra o Sierra Nevada. Asimismo, ha destacado la «calidad en el empleo» de las estaciones y su aportación para que los «pueblos puedan crear desarrollo y mantener servicios de calidad».

Por delante queda toda la tramitación administrativa de este proyecto complejo, que requiere de una declaración de interés autonómico, una declaración de interés general y la solicitud de un PIGA (Plan de Interés General Autonómico), que incluirá la Declaración de Impacto Ambiental. Según ha asegurado la propia consejera de Economía y presidenta de Aramón, estos procedimientos se iniciarán «en los próximos días».