Aliaga dice "adiós con el corazón"

Aprovechando el debate y votación sobre la convalidación del decreto-ley de medidas urgentes para el impulso de la transición energética y el consumo de cercanía de Aragón, Arturo Aliaga ha aprovechado para despedirse del Parlamento aragonés, "satisfecho" tras un recorrido "que ha merecido la pena".

Pese a que, como en la jota, "despedirme no quisiera", debe hacerlo por "esas cosas de la convulsión del aragonesismo". "Hay que admitir y encajar los golpes, para eso estamos los católicos donde estamos", ha ahondado Aliaga en su despedida de cuatro legislaturas en el parlamento.

"Podría cantar una jota o una canción triste", ha relatado el vicepresidente de la comunidad, que ha pedido perdón "por si a alguien he ofendido con mi vehemencia". "He hecho todo lo que he podido", ha proseguido el que fuera líder del PAR hasta hace unas semanas, que ha admitido sentirse "feliz" trabajando en el Gobierno "lejos de los demonios", en clara referencia a todos aquellos miembros del centrismo aragonés por las que se ha sentido traicionado en los dos últimos años.

"Me despido pues con la famosa canción 'Adiós con el corazón'", ha proseguido Aliaga, que ha recordado que el primer día que pisó el pleno de las Cortes "me temblaban las piernas", un hecho que, desde luego, no le ha sucedido en su despedida, que se ha cerrado con un aplauso unánime de toda la Cámara.

"Tienen mi teléfono. Llamen que se lo cogeré y les ayudaré a hacer más grande Aragón", ha dicho poco antes de que Álvaro Sanz ocupase su lugar en la tribuna para comenzar el siguiente punto del orden del día. Primero ha compartido con los miembros del hemiciclo un pequeño secreto. "Canta bastante bien", ha afirmado en referencia a Aliaga ante la sonrisa cómplice de los diputados y el asentimiento del presidente de la Cámara, Javier Sada. "Alguna vez hemos compartido a la guitarra 'Comandante Che Guevara'", ha dicho el portavoz de Izquierda Unida antes de que se completase la despedida entre aplausos. Se va Aliaga, se cierra un ciclo político en la comunidad y el aragonesismo. Hasta siempre, comandante. Hasta pronto al Rey Arturo, a quien nunca se debe dar por muerto.

Sada se jubila pero no se retira

Veinte años después de su llegada al parlamento aragonés, el socialista Javier Sada ha dicho adiós al hemiciclo que ha presidido durante la décima legislatura y lo ha hecho agradecido por el "privilegio" que le ha tocado desempeñar y con el deseo de haber ejercido su papel institucional "con dignidad".

Sada, médico de profesión, ocupa el simbólico último puesto en la candidatura socialista por Zaragoza a la Cortes, lo que supone directamente que que este jueves haya sido su último día en el Parlamento aragonés. "Voy a cobrar una pensión, pero uno no se retira nunca ni de la medicina ni de la política".

A punto de abrir el orden del día del último pleno, Sada ha parafraseado al diputado popular Antonio Torres, fallecido en enero de 2019, que en una ocasión, siendo vicepresidente segundo de la Cámara y teniendo que presidir la sesión, algo que en esa posición sucede pocas veces, pidió al propio Sada y a su contrincante en el PP, enzarzados dialécticamente, que le dejaran disfrutar de sus diez minutos.

"Déjenme disfrutar del último pleno que voy a presidir", ha concluido entre las risas de los diputados, a las que ha seguido un largo aplauso. "Casi me hacen ustedes emocionarme", ha dicho para corta la ovación y dar comienzo a la última sesión plenaria de la X Legislatura en Aragón. Y, efectivamente, los diputados le han dejado disfrutar de este último día en el que Sada ha tenido más manga ancha de la habitual con los turnos de los distintos diputados, de tal manera que el pleno ha cogido una hora de retraso sobre el horario previsto al llegar a los últimos puntos del día.

Ha habido más despedidas. Carmen Martínez (CHA) se ha emocionado en una intervención en la que ha destacado el modo en que le ha cambiado la forma de ver las Cortes y la cantidad de cosas que en esa Cámara se pueden hacer por los aragoneses. Itxaso Cabrera (Podemos) ha repetido un hasta siempre, José Luis Saz (Cs) se ha despedido a su estilo y Esther Peirat (PAR) se ha arrancado con un 'Allá va la despedida' lanzando flores a su compañero, Jesús Guerrero, y a Aliaga, el padre político que le ha enseñado que la última palabra "es la que está por decir». A veces adiós es solo hasta luego.