CAMBIO CLIMÁTICO

Planificando las sequías

España es pionera a nivel mundial en la gestión de las sequías. La variabilidad temporal que sufrimos en la disponibilidad del recurso hídrico nos obliga a ello

El embalse de Yesa completamente seco el pasado mes de octubre

El embalse de Yesa completamente seco el pasado mes de octubre / Gonzalo de Domingo

Miguel Ángel García Vera

Si bien las sequías han sido un fenómeno recurrente en la cuenca del Ebro, el incremento progresivo y acelerado de las temperaturas, junto con la disminución prevista de las precipitaciones, están generando una gran preocupación en la sociedad y son un gran desafío para los gestores del agua. Las situaciones vividas el verano pasado con recurrentes olas de calor y falta de aportaciones que llevó a problemas en algunos abastecimientos, regadíos, usos hidroeléctricos y recreativos constatan la necesidad de abordar el tema de las sequías con la mayor seriedad.

En el año 2001, después de la complicada gestión de las sequías sucedidas en España a finales de siglo XX, la Ley del Plan Hidrológico Nacional estableció la necesidad de que los organismos de cuenca elaboraran los denominados Planes especiales de actuación en situación de alerta o eventual sequía.

El primer plan de sequías en la cuenca del Ebro se aprobó en el año 2007 y en él se hizo un trabajo de gran calidad técnica en el que se definieron, con una importante implicación de los usuarios, los indicadores de sequía y los protocolos de actuación.

El segundo plan de sequías fue aprobado en 2018 y su principal novedad es que se dividieron los indicadores en dos tipos: de sequía prolongada y de escasez. Los primeros tenían en cuenta variables meteorológicas: precipitaciones y aportaciones de ríos no afectados por usos de agua. Los segundos tenían en cuenta el recurso disponible para satisfacer los usos y se basaban, fundamentalmente, en volúmenes de embalses, reservas de nieve, aportaciones en ríos afectados por usos de agua y nivel del agua subterránea.

El primer plan de sequías en la cuenca del Ebro se aprobó en el 2007, cuando se hizo un trabajo de gran calidad técnica

A la vista de la situación de sequía en España que se dio el pasado verano, las Orientaciones Estratégicas sobre Agua y cambio Climático, aprobadas por el Consejo de Ministros en julio de 2022, decidieron adelantar la revisión del plan de sequía de 2018 desde el año 2024 en que estaba previsto, a este año 2023. Hoy, el borrador del nuevo plan está en consulta pública hasta el 30 de junio.

En el plan de sequías se identifican 18 unidades territoriales sobre las que se realiza un diagnóstico preciso respecto a la disponibilidad de recurso para satisfacer los usos de agua. También se estudian las principales sequías sucedidas en la cuenca.

Como resultado de este análisis, se selecciona un conjunto completo de indicadores de sequía y escasez para cada unidad territorial. A partir del estudio de las series registradas entre 1980 y 2022, se definen los umbrales de estado. En promedio, en el 20 % de los meses, las unidades territoriales se encuentran en situación de sequía prolongada. Respecto a los indicadores de escasez, se han diferenciado los escenarios de normalidad (promedio de 56 % de los meses), prealerta (24 %), alerta (12%) y emergencia 8 %).

Estos indicadores se evalúan mes a mes, se publican en las páginas web de los organismos de cuenca y son la referencia para la toma de decisiones de las administraciones, usuarios, medios de comunicación y sociedad en general.

Una vez determinados los indicadores y sus umbrales, se definen los protocolos que los acompañan. En sequía prolongada la medida principal es la aplicación de un régimen de caudales ecológicos menos exigente si no están relacionadas con espacios naturales protegidos.

Medidas progresivas

Las medidas de escasez son progresivas. En situación de normalidad las medidas son de seguimiento de indicadores. En situación de prealerta son medidas de concienciación, ahorro y seguimiento. En situación de alerta son medidas de gestión de la demanda y de la oferta. En situación de emergencia se contempla la intensificación de las medidas tomadas anteriormente y, en su caso, la declaración de Situación Excepcional por Sequía Extraordinaria de la unidad territorial afectada y la posterior adopción de medidas excepcionales por parte del Gobierno de España. Estos protocolos son de enorme utilidad, tal y como se viene demostrando desde la aprobación del primer plan de sequías en el 2007.

Se realiza también una aproximación a los efectos ambientales de las sequías, no observándose con claridad y a falta de nuevas investigaciones, una relación clara entre las sequías y el deterioro de los indicadores de estado. También se hace una recopilación de los principales impactos socioeconómicos de los periodos de escasez sufridos en la cuenca. Los más recientes se produjeron en 2011-2012, 2016-2018 y el actual que se inició en el 2021.

Finalmente, se resume la situación en la que se encuentran los Planes de emergencia para sistemas de abastecimiento que atienden a más de 20.000 habitantes. En estos momentos es necesario incrementar los esfuerzos para su finalización y, en su caso, actualización.

El borrador del nuevo plan de sequías recoge como novedades principales la incorporación de las demandas y recursos actualizadas en el plan hidrológico del tercer ciclo aprobado en enero de este año. También se han modificado algunos índices de escasez por la incorporación de determinados embalses que se han puesto en explotación tras 2017 (Enciso, Albagés y Cañón de Santolea). Se ha separado la unidad territorial 11 en dos subsistemas (Bajo Ebro y Ciurana) y se han validado y completado los protocolos de cada sistema de explotación a la vista de la experiencia de la actual la sequía 2021-2023.

Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro se invita a todas las entidades interesadas, y a la ciudadanía en general, a participar en este proceso para que los nuevos Planes Especiales de Sequía sean el instrumento idóneo para asegurar nuestra capacidad de adaptación a las sequías en un marco de cambio climático. La información detallada está recogida en la página web de la Confederación Hidrográfica del Ebro.