23 DE ABRIL

Los galardonados en el Día de Aragón: del "armaño" Ara Malikian al "motor de vida" del director de la revista Turia

Ara Malikian, Raúl Maícas, Alicia Asín y el Casademont femenino han recibido las distinciones en el acto institucional celebrado en La Aljafería | La emoción y la música han embargado a los asistentes al Patio de Naranjos

Los galardonados de este 2023 junto a Lambán, Sada y Javier Fernández.

Los galardonados de este 2023 junto a Lambán, Sada y Javier Fernández. / Jaime Galindo

El acto institucional por el Día de Aragón en el Palacio de La Aljafería, sede del parlamento autonómico, ha comenzado este domingo con el izado de la bandera en el Patio de los Naranjos. Era el preludio a la entrega de las distinciones de este 2023, entre las que destacan el premio Aragón a la revista 'Turia' y la Medalla de las Cortes al violinista Ara Malikian.

Quiso demostrar Malikian con unas bellas palabras que era merecedor de recibir la Medalla de las Cortes 2023. Lo logró cuando se declaró más «armaño» que armenio –de ascendencia–, elogió el carácter «leal, cálido y auténtico» de los aragoneses y recordó a Irene Vallejo, a Goya, a Saura, a Ramón y Cajal o a María Moliner. Y así, cuando ha terminado su discurso y ha sacado su violín, todos han comprendido que la cuatribarrada corre por las venas de este mundialmente conocido artista libanés.

Ha interpretado Malikian por primera vez una pieza aún sin título –ha deslizado que posiblemente le ponga por nombre 'Cierzo'– para componer un broche final a su agradecimiento por la distinción con la que el parlamento aragonés le honraba en el día de Aragón. 

«Me llenáis de orgullo y me honráis con esta medalla que se me ha otorgado por unanimidad. Y lo que no me sorprende la unanimidad. Los aragoneses sois así: todos a una. El sí es sí y el no es no. Lo de los puntos medios no se diseñó para la lealtad de los aragoneses. Eso me enamora de vosotros: vuestra claridad de palabra y certeza», ha dicho Malikian. El violinista libanés aterrizó en Aragón después de «volar» por todo el mundo, una época en la que «se sentía de ninguna parte». Fue hace 15 años cuando la mano de una aragonesa (la cineasta Nata Moreno) le acercó a las tierras del arte mudéjar, a los Monegros, al cierzo, a la Pilarica. Aquí sembró su nueva vida y formó una familia para pasar de ser armenio a ser «armaño», dijo el artista, con el tono humorístico y la bonhomía que le caracteriza. Incluso confesó que el saludo a las autoridades se lo había «robado» a Irene Vallejo, a quien «admira» e «hizo el discurso más bello que he escuchado al recibir un premio como este».

Y ha empezado el violinista a contar cómo Aragón empezó a invadirle las entrañas. «Desde hace 15 años viajo por el mundo con más de 30 que conforman un equipo aragonés. Me contagiáis de vuestras virtudes y me llenáis de vuestros sabores. Y ahora todos nos comunicamos en una misma lengua. Ahora voy de propio, paso los pozales y todas las cosas se han vuelto cosicas». Incluso hay algún ¡Ala tira maño!», relató el artista. 

Ara Malikian ofreció una actuación tras recibir la medalla de las Cortes

«Puedo decir que en mis viajes por el mundo no me he relacionado con más cantidad de gente que con aragoneses. La ternura y generosidad que desprendéis es admirable, capaz de sacar hasta de donde no hay», ha continuado el artista, a quien la emoción parecía embargar, oculta esa sensación tras la sonrisa que nunca se le escapa de la cara.

Incluso el nombre de Ara Malikian tenía vinculación con las tierras aragonesas. Contó el presidente de las Cortes, Javier Sada, que su sorpresa fue mayúscula cuando descubrió que uno de los ríos más bellos del Pirineo llevaba su nombre. «Ara Malikian es un ciudadano del mundo, así se siente y así le han hecho las circunstancias de la vida, y es un honor que una parte de su corazón se sienta de aquí», celebró Javier Sada, que puso la guinda a la intervención: «Es un aragonés de pura cepa nacido lejos de aquí».

Tras dar las gracias en libanés, armenio y aragonés con un «gracias, mañicos, os llevo en el corazón» se despidió el artista antes de tomar su violín. Y así transcurrió el más melódico de los discursos de la mañana del 23 de abril, quizás el más emocionante, que evocó sin nombrar el significado de la cuatribarrada que bien cantaban los de La Ronda de Boltaña: Aragón somos tú y yo, un mismo latir en el pecho, fundidos en un abrazo, sobre montes y desiertos. Todo eso es Ara Malikian, medalla de las Cortes de Aragón 2023. 

Alicia Asín, una soñadora

«Hace años, con tanta ilusión como inconsciencia, empecé una aventura empresarial: queríamos llenar de sensores el mundo. Creo que nadie entendía muy bien qué queríamos hacer exactamente. Y confieso que nosotros tampoco teníamos muy claro el cómo». Así, como si fuera una peripecia, ha comenzado su discurso de agradecimiento la ingeniera informática Alicia Asín, distinguida este año con la medalla al mérito profesional. 

Contra viento y marea e incluso con un incendio en sus instalaciones comenzó la andanza de Libelium. Pero al final, «a veces con maña y a veces con fuerza, estamos cumpliendo con eso de llenar de sensores el mundo desde Aragón». Tras aquel incendio en 2014 recibieron el Premio Nacional Joven Empresario, que llegaba después del empujón «desde nuestra tierra» que supuso en los albores de nos dieron el premio IDEA para animarnos a continuar

Alicia Asín se saluda con Javier Lambán en el momento de recibir la medalla.

Alicia Asín se saluda con Javier Lambán en el momento de recibir la medalla. / Jaime Galindo

Así pasaron los años, hasta 17, cuando el equipo de Libelium ha obtenido una de las mayores distinciones de Aragón. Hoy se atreven a soñar «no sólo más grande sino más alto», y conscientes de la responsabilidad que supone trabajar en tecnología y del poder que tienen hoy los datos, «queremos que estos elementos sean el cimiento de una sociedad más competitiva, sostenible y transparente, más datocratizada», ha dicho Asín.

«Hoy tengo muy presente y siento de corazón que esta medalla al mérito profesional es, en realidad, de todo el equipo de Libelium que ha contribuido a su desarrollo. Yo me quedo con todas las muestras de cariño recibidas los últimos días de mi familia, amigos, profesionales y colegas porque el verdadero premio que se puede recibir es que las personas que te conocen te digan que te lo mereces», ha concluido la confundadora de esta empresa aragonesa que diseña y fabrica sensores inalámbricos para ciudades inteligentes y desarrolla el Internet de las Cosas (IoT), con presencia en 120 países. 

La medalla del Casademont, antes de su cita vital ante el Gernika

La primera gran celebración deportiva de la ciudad de Zaragoza en más de una década ha hecho merecedoras a las jugadoras del equipo femenino del Casademont Zaragoza del Premio Aragón al mérito deportivo. La Copa de la Reina con la que se alzaron hace menos de un mes en un Príncipe Felipe lleno hasta la bandera ha sido la gran alegría de la primavera. Más aún con un equipo lleno de garra que bien representa el tesón aragonés. 

«Es una recompensa al trabajo bien hecho y al esfuerzo. Esto es un chute extra de energía para seguir con la ilusión», agradeció la capitana del equipo, Vega Gimeno, en un vídeo grabado la semana pasada. 

El partido de cuartos de final del Casademont coincidió con el acto, por lo que se emitió un vídeo de la entrega de la medalla.

El partido de cuartos de final del Casademont coincidió con el acto, por lo que se emitió un vídeo de la entrega de la medalla. / Jaime Galindo

No asistió nadie del equipo a recoger el premio a La Aljafería por una simple razón: a esa hora de la mañana se estaban jugando las chicas del basket pasar a las semifinales por el título de la Liga Femenina Endesa contra el Lointek Gernika. Y aunque es sabido que estas jugadoras son capaces de estar en todos los lados de la cancha con su aguerrida defensa (puro carácter), la incompatibilidad era evidente. Pero este equipo arrastra ya la pasión de no pocos seguidores. Incluso hubo algunos teléfonos móviles ocultos entre las piernas de los invitados en los que se seguía muy de cerca el partido. 

Como no podía ser de otra forma, las capitaneadas por Vega Gimeno se impusieron al Gernika por 12 puntos en el partido de vuelta, confirmando una remontada de seis puntos tras haber caído a domicilio. Así que ese chute extra del que hablaba Vega Gimeno será necesario para asaltar el título de liga. 

El premio se ha entregado ex aequo con el Club Hielo de Jaca, que recibió el galardón el pasado viernes de las manos del presidente aragonés, Javier Lambán, que ayer calificó de «referentes» a las jugadoras del Casademont femenino por la «irrupción exitosa, imparable y justa de las mujeres en todas las facetas de la vida». 

Turia, el "motor de vida" de Maícas

Cuatro décadas lleva la revista 'Turia' haciendo lo que nadie creería: hablar de esa olvidada cultura que solo se aprende en los libros y que cada vez más se desprecia y desprestigia. Máxime si ese brazo amigo a la cultura se lanza desde los confines del olvido que es Teruel. «Decía Joaquín Carbonell que de Teruel no es cualquiera. Debe de ser verdad porque solo alguien de Teruel puede haber tenido el atrevimiento de tomar una decisión contraria a la habitual en un joven universitario de nuestra tierra. Porque, entonces y ahora, no son pocos los que se van y no vuelven. Sin embargo, en mi caso y con 21 años, decidí en 1983 quedarme en Teruel y contribuir a regenerarlo, a mejorarlo, desde el ámbito de la cultura», relató Maícas. 

Y a esa empresa confío su vida aquel joven turolense: a luchar contra ese olvido de Teruel para relanzarlo escribiendo desde las páginas de 'Turia' sobre la cultura universal. Esa prolífica difusión de las artes le ha merecido la medalla de Aragón 2023 en este día de San Jorge. 

Raúl Carlos Maícas, durante su discurso en el Día de San Jorge.

Raúl Carlos Maícas, durante su discurso en el Día de San Jorge. / Jaime Galindo

Y a esa empresa confío su vida aquel joven turolense: a luchar contra ese olvido de Teruel para relanzarlo escribiendo desde las páginas de Turia sobre la cultura universal. Esa prolífica difusión de las artes le ha merecido la medalla de Aragón 2023 en este día de San Jorge. 

«En un día como hoy, debo confesaros que fundar y dirigir la revista 'Turia' es una tarea que se ha convertido en el auténtico motor de mi vida de ciudadano del mundo radicado en Teruel», afirmó Maícas. «Celebramos, nada más y nada menos, que nuestro 40 aniversario. Una longevidad y una buena salud que, según la opinión mayoritaria, es circunstancia más que insólita para un proyecto en España, máxime si ese proyecto ha consistido en editar una revista cultural y se ha venido haciendo desde Teruel, pero con clara vocación universal», ha subrayado el director de la revista. 

"Soy de los que creen que la cultura y la educación son los pulmones de acero de la libertad"

El reto que se asumió era de calado. Maícas quiso servirse de esa herramienta vertebradora del progreso humano que es la cultura universal para vertebrar también Teruel, ese lugar de la España interior «que también existe», y contribuir «a ponerlo en el mapa cultural español e internacional». Por eso recordó ayer las palabras de Octavio Paz, quien decía que «la cultura es un mar sin orillas», y en esas lleva 40 años la revista, ejerciendo de puente cultural entre Aragón y otros territorios «siempre al servicio de la libertad y del pensamiento crítico». «Y es que soy de los que creen que los auténticos pulmones de acero de las sociedades libres son la educación y la cultura», remarcó.

En su discurso, el fundador de la revista 'Turia' ha querido dar las gracias «a esos más de 1.000 autores de distintas procedencias estéticas, generacionales, geográficas e ideológicas» que han colaborado con la publicación, acordándose también del primer avalista de la publicación, el escultor Pablo Serrano. Del mismo, modo, rememoró a la escritora zaragozana Ana María Navales, «que me acompañó durante 20 años y hasta su muerte en la tarea de dirigir la revista», así como al consejo de redacción y secretaría. 

«Ojalá podamos todos seguir celebrando más aniversarios de la revista Turia. Será un buen síntoma para cuantos creemos que merece la pena seguir apostando por la pluralidad y universalidad de la cultura, por el mestizaje. Por la capacidad de integración de lo diverso, de lo diferente, como filosofía de trabajo. Turia debe de continuar porque soy de los convencidos de que las revistas culturales siguen teniendo un papel que jugar en esa tarea fundamental que es fomentar la creatividad, el conocimiento y la lectura», concluyó Maícas.

El reconocimiento a Turia debe leerse junto a la distinción que con este mismo premio entregado en el día de San Jorge se hizo el año pasado a la publicación Andalán, otra de las revistas de referencia del Aragón de La Transición. Ambas ayudaron a crear el sentimiento de orgullo que hoy impera en desde los Pirineos a la Sierra de Guara.