POLÍTICA SANITARIA

¿Por qué la Medicina de Familia es el ‘patito feo’ del MIR?

La especialidad deja 15 vacantes este año en Aragón, la mayoría en Alcañiz / El desconocimiento de la profesión, las condiciones laborales de la Atención Primaria y la mentalidad de los jóvenes a tender a trabajar en grandes núcleos de población son las claves que apuntan los portavoces sanitarios.

Varios aspirantes al  MIR, el pasado mes de enero, instantes antes de empezar el examen en Zaragoza.

Varios aspirantes al MIR, el pasado mes de enero, instantes antes de empezar el examen en Zaragoza. / ÁNGEL DE CASTRO

Ana Lahoz

Ana Lahoz

¿Qué tiene la especialidad de Medicina de Familia que no llama la atención de los jóvenes médicos que acaban de terminar la carrera? La respuesta es compleja, porque el problema es estructural y sucede en toda España, pero varios portavoces sanitarios consultados por este diario coinciden en tres claves que llevan a los MIR a eludir este área: el desconocimiento de la misma, la negativa percepción de la Atención Primaria y sus condiciones laborales y la mentalidad de los profesionales a tender a trabajar en grandes núcleos de población.

Un año más, Medicina de Familia ha vuelto a ser el patito feo en la adjudicación de plazas de formación del Ministerio de Sanidad para este 2023 porque han quedado 202 vacantes en toda España. Con un lleno absoluto en Biología, Química, Enfermería, Física, Farmacia y Psicología, ha sido Medicina la única que ha terminado el plazo con puestos libres, todos ellos en el área de Familiar y Comunitaria. En el resto de especialidades médicas (como Dermatología, Urología, varias Cirugías, Oncología o Pediatría) se ha colgado el cartel de completo.

"Habría que plantearse que los estudiantes del Grado de Medicina opten a una asignatura completa de Medicina de Familia, con los mismos créditos que cualquier otra especialidad, porque reitero: nosotros somos especialista", dice Pilar Borraz, médica rural

Castilla y León (55 vacantes), Galicia (39) y Cataluña (36) son las comunidades con más plazas libres en Medicina de Familia, seguidas de Extremadura (27), Navarra (18), Aragón (15) Asturias (6), Cantabria (4) y La Rioja (2).

En el caso de Aragón, se ofertaban 82 plazas MIR para este 2023 en Medicina de Familia. Es decir, se han cubierto 67 puestos de esta especialidad en la comunidad. De los 15 que han quedado vacíos, 7 corresponden a plazas libres en Alcañiz (donde solo se ha cubierto una); 5 en Calatayud (uno cubierto); y 3 en Barbastro. «El problema es más serio de lo que nos podamos imaginar. A la jubilación de compañeras que se producirá en los próximos años, el hecho de que se hayan dejado sin cubrir tantas plazas MIR en Medicina de Familia obliga a replantearse cuáles son los problemas que hacen que los futuros especialistas no opten por ella como modo de ejercer su profesión», reflexiona Pilar Borraz, portavoz de Atención Primaria Rural del sindicato Fasamet.

Alcañiz y Teruel, dos situaciones opuestas

Borraz, que ejerce como médica de familia en Mas de las Matas, considera que la elección de plazas por vía telemática «ha hecho flaco favor» al proceso de adjudicación de la formación. «Los profesionales defendemos volver al método anterior de elección presencial. Habría que plantearse que los estudiantes del Grado de Medicina opten a una asignatura completa de Medicina de Familia, con los mismos créditos que cualquier otra especialidad, porque reitero: nosotros somos especialistas», considera Borraz. «Ahora mismo el tiempo de docencia no hace que los futuros compañeros se puedan sentir atraídos. Y ya no hablamos de la situación laboral, otro de los temas que se tendrían que abordar de forma contundente y sería ante el futuro que está por venir», dice.

"Ahora mismo, el tiempo de docencia no hace que los futuros compañeros se puedan sentir atraídos. Y ya no hablamos de la situación laboral, otro de los temas que se tendrían que abordar", señala Pilar Borrar, portavoz de Atención Primaria Rural de Fasamet.

En la ciudad de Teruel, al contrario de lo que ha pasado en Alcañiz, este año se han completado todas las plazas de Medicina de Familia. «Creo que no es tan valorada como especialidad por una cuestión de desconocimiento. Aquí hemos llenado y lo bueno que tiene un hospital como el Obispo Polanco es que la formación es muy cercana porque, al ser pequeño, el trato entre el tutor y el MIR es mayor», explica Paco Rodilla, portavoz en Teruel del sindicato médico Cesm. «Esa relación tan directa facilita la formación, que acaba siendo muy enriquecedora. El MIR no solo pasa por Urgencias, sino que tiene acceso a todas las especialidades y eso aquí es una ventaja», reitera.

"En Teruel hemos llenado y aquí el trato entre el MIR y el tutor es cercano al ser un hospital pequeño, pero la mentalidad de los jóvenes es otra. Nadie quiere ir a una pequeña ciudad y menos a un pueblo", dice Paco Rodilla, portavoz de Cesm en Teruel.

En el caso del Polanco, muchos de los MIR de este año proceden de Valencia, por la cercanía. «La mentalidad de los jóvenes ha cambiado porque ahora tienden más a querer estar en núcleos más poblados y ahí la Medicina de Familia pierde porque la Atención Primaria en localidades más pequeñas sale muy perjudicada. Nadie quiere ir a una pequeña ciudad y mucho menos a un pueblo», añade Rodilla. A esta situación se suman las condiciones laborales que ofrece la Medicina de Familia más allá de las grandes ciudades, tantas veces denunciadas por los sindicatos al ser contratos «precarios» y «poco atractivos» para los jóvenes.

"Aquí los formamos y otros se lo llevan"

Tampoco ayudan los problemas que la Atención Primaria ha estado evidenciando en los últimos años, con demoras en las citas, saturaciones por falta de personal o una carga de trabajo elevada que hacen rehuir a los MIR de ese trabajo en el futuro. «Si vienen de otros países a llevarse a estos profesionales, por algo será. Aquí los formamos y, después, se marchan fuera. Algo está fallando», apunta Pepe Borrell, presidente del Colegio de Médicos de Huesca. «Medicina de Familia es la gran desconocida y también la especialidad más bonita que hay porque abarcas las patologías de un paciente de arriba a abajo. Además, se genera un trato cercano y agradable, muy familiar», añade.

Y si esto es así, ¿qué falla? Borrell lo tiene claro: «Entre otras cosas, que la mayor parte de la formación es hospitalaria y, a la hora de aplicar ese aprendizaje en la Atención Primaria, hay un choque importante porque no es lo mismo», dice.

"La mayoría de la formación de Medicina Familia es hospitalaria y cuando el profesional llega al centro de salud se da cuenta de que no es lo mismo", señala Pepe Borrell, presidente del Colegio de Médicos de Huesca.

En este sentido, explica que el profesional se da cuenta cuando llega al centro de salud «de que lo que ha aprendido en su MIR no se asemeja en nada» a su trabajo. Y añade: «Se ve haciendo labores burocráticas o muchas gestiones de los compañeros de hospital, con mucha demanda y pocos profesionales. Con todo se genera un sentimiento de desprecio hacia la Medicina de Familia que se transmite y, al final, se evidencia año tras año en la adjudicación de plazas», señala Borrell. «El sistema está muy resentido y hay que cubrir los puestos con la misma calidad de antes, no vale solo con completar las vacantes y que luego se vayan al extranjero porque el problema es que no tenemos relevo generacional», apunta el portavoz de los médicos de Huesca.

Desde el Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón se confía en que las 15 plazas libres en la comunidad se cubran en el plazo extraordinario que ha abierto el ministerio hasta este jueves. «Lo que revelan estos resultados es el escaso interés de los alumnos de Medicina por la formación en centros comarcales o provinciales», apuntaron.