El envase de vidrio, la apuesta de Coca-Cola para la hostelería

La compañía pone en marcha un plan para potenciar el uso de este tipo de envase en bares y restaurantes / Es un envase reciclable y retornable que Coca-Cola recoge, devuelve a sus fábricas y vuelve a llenar

El envase de vidrio se considera el envase más sostenible para la hostelería por su circularidad.

El envase de vidrio se considera el envase más sostenible para la hostelería por su circularidad. / Coca-Cola

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Coca-Cola está desarrollando su plan nacional de impulso al envase de vidrio en hostelería y que tiene como objetivo ofrecer al sector un porfolio amplio y exclusivo, con 9 marcas y 61 referencias, que permita dinamizar los negocios hosteleros. 

Esta propuesta se basa en tres pilares: el crecimiento de sus clientes a través de la variedad de productos y tamaños, que cubren todas las ocasiones de consumo; la mejor experiencia para sus consumidores; y la apuesta por la sostenibilidad de este envase, exclusivo para el sector hostelero.

Respecto al crecimiento de los negocios hosteleros que ofrecen vidrio, la exclusividad de este envase para el sector les permite diferenciarse y ofrecer el servicio y la atención que esperan sus clientes. 

Experiencia de calidad

En este sentido, según un estudio de Conecta para Coca-Cola, el 80% de los consumidores prefiere el envase de vidrio cuando acude a un establecimiento hostelero, y destacan de él su iconicidad, su calidad, la experiencia, y su sostenibilidad.

Asimismo, el envase de vidrio se considera el envase más sostenible para la hostelería por su circularidad, ya que es un envase reciclable y retornable que Coca-Cola recoge, devuelve a sus fábricas y vuelve a llenar.

Fernando Anel, responsable de Comunicación de la zona noreste de Coca-Cola Europacific Partners, destaca la apuesta de Coca-Cola por «impulsar el vidrio como formato idóneo en el canal hostelería, donde juega un rol fundamental y cumple un papel clave». En este sentido, añade que «cuenta con un diseño reconocible y ofrece la mejor experiencia de consumo, además de ser el envase más sostenible para este momento de consumo gracias a ser retornable y contar con 25 vidas de media antes de ser reciclado, lo que equivale a una media de 6 años».

El vidrio, como envase exclusivo y único para su uso en el sector de la hostelería, ha sido una apuesta constante en el negocio de la Coca-Cola, que produjo la primera botella de vidrio en España en 1953, en la planta de Barcelona. En 2015 la compañía presentó el envase de vidrio retornable, inspirado en la icónica botella de marca de 1915 (el primer envase de vidrio en patentarse en el mundo). En 2017, lanzó Royal Bliss para el canal Horeca, una innovadora gama de mixers en vidrio retornable. Ese mismo año, también la botella de Fanta cambiaba su formato, más ligera y con mayor capacidad.

Según los datos del último informe de sostenibilidad de Coca-Cola en España, el 91% del vidrio que produce es retornable. La gestión sostenible de los envases es uno de los principales retos de Coca-Cola, que trabaja para utilizar menos materiales en los procesos productivos, y recoger y reciclar todos los que se utilizan.

La botella Contour, tradición y futuro

El diseño único de la botella de Coca-Cola tiene su propio nombre: Contour. Nació para ser diferente porque resultaba complicado distinguir Coca-Cola de la competencia antes de dar el primer sorbo. Así, en abril de 1915, la Asociación de Embotelladores de Coca-Cola en Estados Unidos decidió invertir 500 dólares, mucho dinero para la época, en el desarrollo de una botella sin parangón. Se contactó con 10 empresas cristaleras a las que se propuso un reto: crear una botella tan inconfundible que se pudiera reconocer por su tacto en la oscuridad o incluso rota en el suelo. Además, no debía llevar etiquetas, pues estas podían desprenderse. Siete meses después, el 16 de noviembre de 1915, la Root Glass Company de Terre Haute (Indiana) registraba la nueva botella, el primer envase patentado del mundo.

El diseño único de la botella Contour la hizo muy difícil de imitar, y la convirtió rápidamente en un símbolo que ha acabado marcando una influencia en el arte, el diseño y la cultura pop. El primer artista en incorporarla a su obra fue el español Salvador Dalí, en su Poetry of America de 1943, al que siguieron otros como Paolozzi o Rauschenberg. Sin embargo, el impulsor de la botella Contour como icono del pop art fue Andy Warhol, quien la utilizó en su exposición The Grocery Store, junto a otros de sus motivos principales como las latas de sopa Campbell’s. En 1950 apareció en la portada de la revista Time, convirtiéndose en el primer producto comercial en hacerlo.

Hoy, la botella Contour es un clásico que no pierde vigencia y que en la actualidad está más vivo que nunca. No solo en el formato de vidrio de 6 onzas y media en el que fue creado, sino también en diferentes tamaños e incorporando técnicas sostenibles que lo aligeran, permitiendo así un ahorro significativo en vidrio. 

Es una botella que nació para ser única, generar una gran experiencia, ayudar a luchar contra los imitadores, y ha acabado convirtiéndose en un icono de nuestro tiempo y en una muestra de que el diseño industrial moderno puede crear piezas de arte que responden a la vez a una necesidad. El diseñador industrial Raymond Loewy la describió como «una obra maestra de planificación funcional y científica», y «uno de los clásicos de la historia del packaging».