Jorge Blanchard: «Para AEFA la formación y la profesionalización son esenciales»

¿Cómo es la situación actual de la empresa familiar en Aragón?

Las empresas familiares desempeñan un papel muy significativo en la economía de una región, y esto es también claramente aplicable en Aragón, donde las empresas familiares suponen el 88% del tejido empresarial de nuestra comunidad, que genera el 70% del empleo privado. 

La situación específica de las empresas familiares en Aragón depende de diversos factores, como el sector en el que operan, la coyuntura económica actual y las características propias de cada empresa, pero vemos que Aragón goza de un tejido empresarial potente donde las empresas familiares y su «arraigo» siguen apostando por mantener sus centros de decisión en Aragón.

Bien es cierto que 2022 dejó un saldo negativo de unas 70 compañías que cambiaron su domicilio fiscal, y esto supuso en términos de negocio una pérdida aproximada de unos 90 millones de euros; de ahí que desde la AEFA busquemos potenciar por todos los medios posibles el mantenimiento de empresas en nuestra comunidad; pero la evidencia es tozuda y la falta de competitividad fiscal de Aragón nos sigue lastrando para atraer empresas a nuestra comunidad. 

Y sobre la situación de AEFA, ¿han cambiado los últimos datos en cuanto al número de entidades que engloba o los puestos de trabajo que se generan?

AEFA sigue creciendo con paso firme. Las 97 empresas que forman parte de la asociación son heterogéneas en cuanto a sus características, si bien son las empresas referentes en los distintos sectores productivos de nuestra comunidad. En cuanto a su edad y ciclo generacional, predominan aquellas que se encuentran en la segunda generación, un 46% frente al 28% que está regido por la tercera.

En cuanto al número de empleados que componen cada una de las empresas asociadas, el 32% son grandes empresas de más de 250 trabajadores, mientras que el 68% son pequeñas y medianas empresas.

Y respecto a la facturación global de los socios de la AEFA, ascendió en 2022 hasta los 15.750 millones de euros, lo que supone el 33% del PIB de la región. Además, emplearon al 11% del sector privado en Aragón y su Valor Agregado Bruto (VAB) en nuestra comunidad ascendió hasta el 33%. En materia de internacionalización, las exportaciones de nuestros asociados representan casi un 30% del volumen total de las compañías. 

¿Qué acciones se promueven desde la AEFA, por ejemplo, para favorecer el ámbito de la formación de sus asociados?

AEFA, como asociación de empresas familiares, tiene en su plan de estrategia la promoción y defensa de los intereses de estas compañías en su ámbito geográfico. Entre las acciones que llevamos a cabo en el ámbito de la formación y la profesionalización están siempre presentes aquellas basadas en la colaboración y el intercambio de experiencias entre las empresas familiares, así como las de asesoramiento y apoyo en áreas como la sucesión empresarial y la gobernanza familiar. En este aspecto, destacamos la 7ª edición del Programa de Análisis y Dirección de Empresa Familiar (PADEF) que comienza ahora en septiembre y que es un programa de alta dirección enfocado específicamente en la empresa familiar y sus singularidades.

Para AEFA la formación y la profesionalización son aspectos fundamentales, por lo que planteamos continuamente acciones orientadas a este objetivo. Estas acciones incluyen la organización de cursos, talleres o conferencias sobre temas relevantes para las empresas familiares, así como la colaboración con instituciones educativas y centros de formación para ofrecer programas adaptados a sus necesidades.

¿Cuáles son las mayores fortalezas del modelo de empresa familiar?

Las empresas familiares tienen varias fortalezas distintivas que pueden contribuir a su éxito a largo plazo y entre las más destacadas podría indicar las siguientes cuatro. La primera fortaleza es la visión a largo plazo, que permite tomar decisiones estratégicas que no se centran únicamente en resultados inmediatos. La siguiente es la cultura firme de arraigo que contribuye a la creación de una cultura empresarial sólida y cohesiva, especialmente con el territorio y la cercanía con los equipos; como tercera fortaleza está el compromiso y lealtad, porque el nivel de vinculación al éxito de la empresa es muy alto y en él están ligadas la reputación empresarial y familiar; y por último la flexibilidad, porque al no estar sujetas a las mismas presiones externas de los accionistas en multinacionales, las empresas familiares son más flexibles en la toma de decisiones y, por tanto, en la adaptación al mercado. 

¿Y los principales retos a los que se enfrenta?

La empresa familiar en Aragón, al igual que en otros lugares, se enfrenta a diversos retos, si bien destacaría de todos ellos la sucesión generacional, que sin duda es uno de los retos más significativos para conseguir una transición exitosa.

También se aprecia que las empresas familiares cada vez están más profesionalizadas en sus equipos y órganos de gobernanza, donde la introducción de estructuras de gobierno corporativo y la contratación de talento externo ayudan a garantizar la eficiencia y el crecimiento sostenible.

Actualmente, uno de los temas más preocupantes es la gestión del talento, y desde la triple óptica de atraer, retener y motivar a talentos externos e internos.

Por último, el tema impositivo es algo que nos preocupa como elemento que resta competitividad a las empresas de nuestra comunidad. Considero que la competencia empresarial debería ceñirse en la medida de lo posible a factores empresariales, y no a circunstancias exógenas como la penalización competitiva por una mayor presión fiscal (no solo con respecto a otras comunidades autónomas), sino también en lo relativo al tema del coste energético; puesto que ambos aspectos pueden dejar fuera o hacer menos competitivas nuestras empresas.

¿Qué líneas de actuación se deben seguir desde las empresas para superar esos retos?

En general, la mayoría de las empresas familiares, conscientes de estos retos y de su repercusión en el largo plazo, cuentan con planes estratégicos y formativos que incluyen la ayuda de asesores externos para implementar mejoras en la gobernanza y transitar por los procesos sucesorios. 

En el aspecto de la captación y retención de talento, cada vez se elaboran más programas especializados para abordarlo y se están consiguiendo buenos resultados. 

Además, las empresas familiares, conscientes de la importancia que plantear soluciones al problema actual de adaptar los perfiles curriculares a las demandas de empleo empresariales, se están ocupando y preocupando de potenciar su colaboración con los centros educativos para poder adaptar los planes formativos en este aspecto, al igual que se está haciendo desde AEFA.