La mascarilla ya es historia 1.142 días después

La medida de protección por excelencia de la pandemia se despide tres años y medio después

Por el camino, deja una montaña rusa que ha combinado la escasez de material, la necesidad de protección, la pillería del negocio y un deseado calendario de retirada

Ana Lahoz

Ana Lahoz

Era 19 de mayo de 2020 cuando la mascarilla se coló por primera vez en el Boletín Oficial del Estado (BOE). La pandemia estaba en plena ebullición en España, la población se encontraba confinada y el uso del tabapocas se hizo obligatorio al aire libre y en espacios públicos siempre que no fuera posible mantener la distancia interpersonal de 2 metros. Nadie podía imaginar entonces que la mascarilla se usaría en el país durante 1.142 días seguidos, alternando entre diferentes espacios y circunstancias.

Este miércoles, 5 de junio de 2023, la que ha sido la medida de protección por excelencia de la pandemia por la cantidad de contagios que evitó pasa a la historia definitivamente tras retirarse de las farmacias, los centros sanitarios y las farmacias. Por el camino, la mascarilla deja tres años y medio de una montaña rusa de escasez, de necesidad, de negocio, de pillería y de desescalada.

Antes de su obligatoriedad en aquel mayo de 2020, la falta de material entre los trabajadores ya había generado el caos en los hospitales, había disparado los contagios (y las muertes) y también, en el caso de Aragón, había provocado una crisis de Gobierno. Mientras muchos ciudadanos cosían mascarillas en sus casas y diferentes colectivos hacían acopio de ellas para entregarlas en centros sanitarios, la entonces consejera de Sanidad, Pilar Ventura, se vio obligada a dimitir el 13 de mayo tras unas declaraciones poco afortunadas respecto a los trajes caseros que se estaban fabricando los profesionales con bolsas de basura por falta de material.

De la escasez y la demanda hubo quien vio un filón para el negocio. Los precios se dispararon hasta tal punto que en marzo y abril de 2020 una FFP3 llegó a costar un máximo de 5,35 euros y ahora se puede adquirir por 0,25 euros en una parafarmacia de Zaragoza o por poco más de un euro en una farmacia de toda la vida. Entre tanta picardía, el Ministerio de Sanidad tuvo que fijar a finales de abril un precio máximo para las mascarillas quirúrgicas de 0,96 euros la unidad.

El uso del tapabocas se fue modificando en función del avance epidemiológico, sobre todo a partir de 2022. Primero se levantó el veto en los espacios al aire libre y el 9 de febrero de 2022 la mascarilla dejó de ser obligatoria en exteriores, en eventos multitudinarios o en los recreos de los colegios, entre otros.

El 19 de abril se retiró su uso en interiores de comercios, bares o discotecas, entre otros, y ya en 2023 le tocó el turno al transporte público, donde dejó de ser obligatoria el 8 de febrero.

Desde entonces, a las mascarillas se les miró de reojo y con ansia de retirada porque solo se han exigido en espacios vulnerables. En ellos, desde este miércoles, también pasa a la historia.