El fin del hospital del paseo Ruiseñores de Zaragoza

Sanidad tenía concertadas 300 operaciones con la Clínica del Pilar

El cierre del centro deja en el aire estas cirugías, que el Salud tendrá que redirigir a otros hospitales privados

Son intervenciones que estaban previstas hasta noviembre y se trataba de cataratas, juanetes, prótesis o reparaciones de dedo, entre otras

Varias de las trabajadores, ayer, durante la protesta a las puertas de la clínica.

Varias de las trabajadores, ayer, durante la protesta a las puertas de la clínica. / ÁNGEL DE CASTRO

Ana Lahoz

Ana Lahoz

El cierre de la Clínica del Pilar de Zaragoza el próximo 14 de julio, tal y como adelantó ayer EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, deja en el aire las 300 operaciones quirúrgicas que el Salud había concertado con el centro privado del paseo Ruiseñores. Las cirugías a pacientes de la pública que se tenían que realizar hasta el próximo mes de noviembre en esta clínica eran, sobre todo, intervenciones de prótesis, juanetes, hemorroides, cataratas, fístulas anales o reparación de dedos del pie, entre otras.

Dada la situación de quiebra de la Clínica del Pilar, el concierto del Salud con este hospital queda sin efecto y, en principio, el Departamento de Sanidad tendrá que concertar estas operaciones con otras clínicas privadas de la capital aragonesa. Existe un acuerdo marco con varias de ellas por el cual se podrán redirigir estas cirugías, de tal manera que la previsión de reducir las listas de espera no debería variar.

La entidad, que el lunes comunicó un concurso voluntario de acreedores, vive sus últimos días de atención asistencial después de que, algunos trabajadores, ya hayan recibido también su carta de despido. Ayer se hizo alguna intervención ambulatoria que estaba programada y hasta el 14 de julio se realizará alguna más porque el paciente ya está citado, pero son casos puntuales. Lo mismo sucede con las consultas, que poco a poco se van reduciendo.

Lo que ya no ofrece desde hoy la Clínica del Pilar, que presta servicio desde hace 83 años en Zaragoza, son operaciones en quirófano ni ingresos. Sus plantas de hospitalización se han quedado vacías después de que ayer se derivará a los pacientes a otros centros de la ciudad (sobre todo a Quirón).

Los pocos pacientes que ayer por la mañana accedían al centro no pudieron evitar mirar la pancarta que cuelga en una de sus vallas con el siguiente mensaje: 73 trabajadores se quedan en la calle. Algunos lo hicieron incrédulos, porque no sabían que el centro iba a cerrar. Otros enseguida dirigieron su mirada, con cierta compasión, hacia el nutrido grupo de empleados que se concentraba a las puertas tras quedarse sin trabajo.