ATENCIÓN SANITARIA

Aragón almacena sangre para afrontar las vacaciones de verano

Agosto es un mes «complicado» porque la baja donación que se registra afecta al retorno de la actividad asistencial en septiembre

El camión de donación del Banco de Sangre también limita sus viajes a empresas y pueblos, por lo que la importancia de donar "antes de emprender el descanso" es vital

Una mujer dona sangre en Zaragoza, el pasado mes de junio, con motivo del Día del Donante.

Una mujer dona sangre en Zaragoza, el pasado mes de junio, con motivo del Día del Donante. / JAIME GALINDO

Ana Lahoz

Ana Lahoz

Aragón trata de hacer acopio de reservas de sangre para afrontar unas vacaciones de verano en las que, especialmente, preocupa el mes de agosto. «Es por excelencia el periodo de vacaciones. Muchas personas están fueran, la mayoría de los pueblos celebran sus fiestas y el camión de donación limita sus viajes, dejando de ir a muchas zonas rurales», explica a este diario José María Domingo, director técnico del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón.

La baja donación que se suele registrar en agosto (unida también a la caída que ya se observa en julio) repercute, directamente, en el retorno de la actividad asistencial al 100% en los centros sanitarios en septiembre. «Podemos llegar muy comprometidos y las primeras semanas pueden ser incluso peor que el verano. Todos los quirófanos vuelven entonces a funcionar a pleno rendimiento y es importante disponer de estoc», apunta Domingo.

La importancia de donar sangre antes de las vacaciones ya no es solo por el hecho de que durante el periodo estival se producen más accidentes debido a la masiva circulación por carreteras, sino porque en los hospitales «la vida sigue» y hay especialidades donde mantienen «una rutina exacta» a la de cualquier otra época del año. «El consumo de sangre no baja. Se cerrarán camas porque el personal se tiene que ir de descanso, pero, especialmente, los pacientes de Oncología y de Hematología requieren de sangre cada 15 o 30 días. Eso no cambia», apunta Domingo.

En estos momentos, «no hay problemas» en ningún hospital de Aragón, pero el director técnico advierte: «A poco que baje la donación, ese desajuste se nota mucha», dice. «Por eso es importante que la gente solidaria y comprometida de esta comunidad pueda acercarse hasta el Banco de Sangre o a los diferentes puntos de los hospitales para donar. Son 20 o 30 minutos de su tiempo que van a ser muy valiosos», indica.

Campaña en las piscinas

En cuanto a las reservas, la cantidad de bolsas de sangre disponibles está «razonablemente bien» porque se viene de un periodo de «buenas colectas y de una gran respuesta» por parte de la ciudadanía. Aún así, el llamamiento es necesario dado el periodo que viene por delante. «La sangre disponible nunca suficiente, así que esperamos que los donantes no se relajen y dejen de venir», apunta Domingo. De entre las diferentes campañas, Aragón ha estrenado este verano una para donar en las piscinas que, por el momento, deja buenos datos. «Estamos satisfechos», dice.

El hospital Miguel Servet y el Clínico son los dos centros con más reservas, dado su volumen de actividad, pero el director técnico garantiza que la disponibilidad de sangre es «equitativa» para todo el territorio. «Teruel, Alcañiz, Calatayud o Barbastro disponen de un estoc importante. Es nuestra obligación legal y moral el abastecer a todos por igual», apunta. Eso sí, señala que cuando hay poca sangre «los criterios son muy complicados de aplicar, pero procuramos ser lo más justos posible», apunta Domingo, quien insiste en la importancia de donar. «No hay diferencia entre necesitar sangre en el medio rural o en el urbano. La disponibilidad está garantizada».

La técnica de donación por aféresis, en la que se obtienen solo los componentes sanguíneos que se necesitan (glóbulos rojos, plaquetas o plasma), va "muy bien" en Aragón, aunque todavía es "muy desconocida" entre la población. "Es un proyecto ilusionante y desde el propio Ministerio de Sanidad se ha lanzado una campaña, pero es un proceso que requiere que el paciente esté una hora conectado a la máquina y todavía podríamos crecer más", apunta Domingo. "Cuesta que la gente lo integre. Eso sí, hay quien lo hace una vez y repite", puntualiza.