La última voladura de la térmica de Andorra acerca el final del desmantelamiento

El proyecto de desmantelamiento de la térmica de carbón de Andorra está cerca de finalizar. El proceso de desmontaje y demolición pieza a pieza de lo que en otro tiempo fue el puntal de la industria minero-eléctrica de Teruel alcanzará su cénit el próximo viernes con la voladura de la única infraestructura esbelta que quedaba en pie. Se trata de la tercera y última caldera, una estructura metálica de 70 metros de altura y una superficie en la base de 780 metros cuadrados, que ya ha sido vaciada en su interior.

Las otras dos calderas, de idénticas características, ya fueron demolidas el año pasado. La primera de ellas se echó abajo a finales de agosto. En aquella ocasión se utilizaron 650 kilos de dinamita que se activaron a través de 312 detonadores electrónicos, a los que se añadieron 88 cargas de corte lineal en los pilares de la estructura que soportaba la caldera.

Ya se ha ejecutado el 94% del plan de desmantelamiento previsto, según informaron ayer fuentes de Endesa, la compañía que explota la central y que ahora pilota su desmontaje. Los trabajos se iniciaron el 25 de febrero de 2021, con lo que han transcurrido ya dos años y diez meses de obras. La finalización completa llegará a lo largo de 2024.

El 'impasse' laboral atenaza con dudas el futuro ‘verde’ de Andorra

En este tiempo se ha llevado a cabo una operación de gran complejidad técnica que está movilizando ingentes recursos, con un presupuesto de 60 millones y una media de 140 trabajadores. El equipo humano procede en su mayoría de antiguas empresas contratistas o de residentes en la comarca Andorra-Sierra de Arcos y limítrofes, ya que Endesa dio prioridad en el concurso de adjudicación de la obra a las ofertas que incluyesen el mayor número de trabajadores locales.

Plantas renovables

Al mismo tiempo que se desarrolla el desmantelamiento de la central, lo que incluye la adecuación y sellado de tres vertederos, Endesa ha empezado a materializar su ambicioso plan de plantas renovables, con el que espera llegar a poner en servicio una potencia instalada de 1.843,6 megavatios. De ellos, 1.200 corresponden al concurso del nudo Mudéjar que ganó hace un año.

La eléctrica ya ha levantado una primera planta fotovoltaica (Sedeis 5, de 50 MW) en el entorno de la central, que entró en servicio hace varias semanas tras haber logrado la autorización de puesta en explotación provisional. Por otra parte, la compañía se prepara para iniciar las obras de construcción de otra planta (Mudéjar, de 64 MW) y está pendiente de recibir la autorización ambiental para instalar siete hibridaciones renovables (solar y eólica).