Azcón comparte «el pacto del agua» de Feijóo, pero sin tocar el Ebro

El trago de la sequía y el agua no le pasa al Partido Popular por la garganta. La dirección nacional, encabezada por Alberto Núñez Feijóo, se pronunció ayer por fin por la falta de agua en todo el país y el futuro de la política hidráulica nacional. En paralelo, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, volvió a insistir en que en Aragón no sobra agua y desechó, una vez más, cualquier obra parecida a un trasvase en la comunidad. El debate llega este jueves a las cortes autonómicas y visibilizará la capacidad de la política aragonesa de ir, al menos en este asunto, todos a una. 

La espita de este tema que no deja de manar opiniones y contradicciones la abrió ayer el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Por primera vez, y tras conocer la opinión de la mayoría de los barones populares que tanto se juegan con la sequía, Feijóo optó por un ataque frontal al Gobierno de Pedro Sánchez para evitar elegir bando en el seno del Partido Popular. El líder del PP acusó al Gobierno central de no no preocuparse por la situación de sequía que atraviesa el país, y especialmente Andalucía y Cataluña, y de presionar al campo con impuestos como el del plástico, que encarece los costes y reclamó al jefe del Ejecutivo un «pacto nacional del agua».

Feijóo verbalizó su posición en una entrevista en Antena 3 en la que afirmó que «la política del agua no ha interesado al Gobierno». «Hay mucha ideología, pero poca tecnología y el tema del agua necesita tecnología, se necesita reciclar el agua, se necesita enormes inversiones para ello y se necesita un pacto nacional del agua», aseguró el líder de los populares a nivel nacional.

"Ni un paso atrás": el Gobierno de Aragón rechaza cualquier trasvase del Ebro

Cuando Andalucía y Cataluña están activando planes de emergencia ante la falta de agua, el líder de la oposición ha denunciado que las confederaciones hidrográficas «no funcionan» porque no ejecutan su presupuesto para obras y mejoras, de lo que culpa a la mala gestión de un Gobierno al que ve «más preocupado» por sus pactos con el independentismo. Precisamente este jueves comienzan las restricciones en Cataluña, comunidad que ha abierto el debate sobre el trasvase del Ebro en las últimas semanas. Las modificaciones en el consumo diario de los catalanes pueden generar nuevos capítulos en un debate que parece estar lejos de ocultarese para los focos políticos y mediáticos.

La visión de Azcón

Conocida la postura del líder nacional del Partido Popular, Jorge Azcón debía ser capaz ayer de contentar a los conservadores y mantener la férrea defensa ante el trasvase que le ha caracterizado en su último mes. El presidente aragonés atendió a los medios en Bruselas, donde lleva desde el martes y donde este jueves intervendrá en el Comité Europeo de las Regiones, en el marco de las elecciones continentales pero con un discurso marcado por la amnistía. 

Azcón se puso en el mismo lugar que Feijóo, confirmando que es «necesario que exista un pacto necesario que exista un pacto nacional del agua, que respete a Aragón y que respete el agua de Aragón porque en Aragón no sobra agua».

En Aragón, relató el presidente, hay «miles» de hectáreas «pendientes» todavía de transformación en regadíos y también hay «importantísimas» infraestructuras hidráulicas y embalses que todavía están pendientes de construir en la comunidad autónoma.

«Por desgracia, el gobierno de Pedro Sánchez ha abandonado todas las inversiones hidráulicas que nos permiten tener agua cuando hay excedentes y no se han hecho las inversiones necesarias. Por eso, en Aragón vamos a defender que el agua que tenemos en la actualidad es necesaria y que en Aragón también hay sequía», concretó el líder del Ejecutivo autonómico.

Al respecto, Azcón recordó que el efecto de la sequía se ha podido comprobar este año y el anterior al explicar que en 2023 en Aragón hubo una «reducción» en las cosechas en torno al 50 por ciento que supuso que alrededor de 1.500 millones de euros se perdieran en el campo aragonés.

«Por tanto, en toda España y también aquí en la Unión Europea tienen que saber que en Aragón no sobra agua y que estamos dispuestos a hablar de nuevas infraestructuras hidráulicas a diferencia de lo que ha hecho el Gobierno de España», comparó.

El trasvase del Ebro: Un trago difícil de pasar para el PP a nivel nacional

Azcón abundó en que Aragón se necesitan más infraestructuras hidráulicas y más embalses en los que poder almacenar agua cuando realmente baja agua o hay agua en años hidrológicos buenos. «Pero, por desgracia ni el año pasado ni este año han sido años buenos para la comunidad autónoma y por eso todo el mundo tiene que saber que en Aragón no sobra agua».

Por su parte, el nuevo presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro, Carlos Arrazola, fue preguntado ayer en el acto de presentación de la reforma de la zona del río Huerva en Zaragoza sobre la petición de Junts de gestionar las cuencas en territorio catalán. A este respecto, Arrazola se limitó a decir que «esa petición» y la toma de la decisión «excede del rango» del organismo que dirige y que, en todo caso, correspondería al Gobierno de España ejecutar esa demanda de los independentistas catalanes. 

Sobre el trasvase del Ebro, Arrazola dijo que la Confederación no ha recibido «ninguna petición, ni proyecto, ni documento» al respecto «de lo que se ha hablado en los últimos días».

Las Cortes de Aragón también tomarán este jueves partido en el caso del trasvase, tras recuperar la actividad después del mes inhábil de enero. Varias proposiciones no de ley y preguntas a los consejeros sobre la «amenaza» de trasvasar el agua del Ebro hacia otras comunidades forman buena parte del pleno que se celebra este jueves. Por lo escuchado en las últimas semanas por parte de los principales representantes de todas las formaciones presentes en el Palacio de La Aljafería, la unidad de acción sobre el trasvase será total, de rechazo masivo a esa posibiliad. Eso sí, como siempre en política, con matices para no dar la razón al adversario.