Si a alguien se le puede llamar un hombre de club en el Casademont Zaragoza es a Pep Cargol. Llegó en 2002, fue el primer capitán del equipo, se retiró en la capital aragonesa y después, durante los últimos 13 años de manera ininterrumpida, ha sido entrenador de la base, ayudante en el primer equipo, técnico principal y director deportivo. Como todas las anteriores, esta última etapa, que se inició en 2018, también llega a su fin. Pep Cargol va a dejar de ser el máximo responsable de la parcela deportiva de la entidad en cuestión de horas. El club ya le buscó sustituto tras el desastroso curso pasado pero la paciencia se ha agotado definitivamente en este, después también de numerosos cambios en la plantilla.

Trabajador, discreto, obediente, Pep Cargol ha acumulado aciertos y errores como director deportivo, su problema ha sido que los primeros se concentraron en las dos primeras temporadas y los segundos se han sucedido en las dos últimas, provocando una situación de desgaste que van a provocar su salida antes del final de la temporada. De esta manera el Casademont Zaragoza busca poder planificar el siguiente curso con tiempo y ya bajo las directrices del nuevo director deportivo.

Cargol accedió al puesto en junio de 2018, tras la salida del incendiario Salva Guardia. Cuatro días después se produjo el anuncio del entrenador: Porfirio Fisac. Sus fichajes ese primer verano fueron Nemanja Radovic, Johnny Berhanemeskel, Fabio Santana, Renaldas Seibutis, Fran Vázquez, Stan Okoye, Javier Justiz y Nacho Martín. El base elegido fue el alemán Heiko Schaffartzik, pero su rodilla echó para atrás su llegada y regresó a Zaragoza Bo McCalebb. Los resultados y el juego acompañaron y Pep Cargol solo tuvo que hacer un movimiento al final de la temporada, reforzar el juego interior con Latavious Williams ante la baja de Fran Vázquez. El equipo volvió al playoff, eliminó al Baskonia en una inolvidable eliminatoria y cayó frente al Barcelona en semifinales.

El verano de 2019 comenzó con renovaciones, la de la llamada Generación Z (Krejci, Urdiain, Lobaco, Pradilla y Javi García, de los que solo queda el último y vinculado en el Levitec) y de Porfirio Fisac, por dos años. También renovaron Radovic y Fran Vázquez, mientras que las caras nuevas fueron las de Nico Brussino, San Miguel, Hlinason, Benzing y DJ Seeley. Okoye fue inscrito en el tanteo pero se marchó al Gran Canaria y el Real Madrid pagó la cláusula de Alocén, que se quedó cedido un año en Zaragoza. Los resultados fueron aún mejores y Pep Cargol tan solo tuvo que fichar, de nuevo, por lesión. Ennis reforzó al equipo ante los problemas de Seibutis y cuando Justiz pasó finalmente por el quirófano llegó Jason Thompson.

El equipo aragonés era tercero e iba lanzado hacia quién sabe qué cotas cuando llegó la pandemia y se paralizó la competición en marzo de 2020. Porfirio Fisac parecía fuera del club tras cambiar de agencia pero el Casademont creyó convencerle para que se quedara. El día que el técnico iba a firmar su renovación les anunció que se marchaba al Gran Canaria. El equipo ya estaba encaminado con las decisiones tomadas junto al segoviano, las renovaciones de Ennis, Benzing, Brussino, Barreiro y Seeley y la llegada de Sulaimon.

Con todas esas piezas ya en el puzzle llegó Diego Ocampo para hacerse cargo del banquillo. Después se firmó el regreso de Jason Thompson, a Konate y a Radoncic y Font, aunque estos dos últimos para cederlos. Los resultados y el juego del equipo fueron un desastre. Cayó Ocampo, levantó el vuelo el Oveja Hernández pero también cayó, acabó el curso Luis Casimiro. También desfilaron jugadores, llegaron Rupnik, Bray, Harris, Wiley y salieron Konate, Thompson, Seeley. El equipo no pasó apuros en la Liga pero no obtuvo plaza europea y el bronce en la Champions fue entendido como una gran oportunidad perdida.

El Casademont barajó tres nombres para reemplazar a Cargol pero no se concretó ninguno y el catalán continuó en su cargo. El elegido para el banquillo fue Jaume Ponsarnau y el equipo se hizo nuevo por completo con Yusta, McLean, Vanwijn, Okoye, Cook, Vilá y Mobley más Hlinason, San Miguel, Javi García y la recuperación de los cedidos Font y Radoncic. Las lesiones y el bajo rendimiento de algunos fichajes han obligado a Cargol a cambiar de base y de pívot con la temporada empezada mientras el equipo no termina de encontrar su mejor juego. La irregularidad y los continuos cambios de jugadores han provocado el descontento del club con el trabajo de Pep Cargol, que ya no hará más fichajes.