Por muchas cosas que cambien en el Casademont Zaragoza, y han cambiado muchas en este verano de profunda renovación, Tryggvi Hlinason permanece inalterable. A sus 24 años, el pívot es todo un veterano y suma ya su cuarta temporada con el uniforme rojo. Sigue en el mismo punto que en las tres anteriores, demostrando sus capacidades, haciendo buenos números, enamorando a buena parte de la afición y esperando que este sea el curso de su consagración definitiva. Ante el Fuenlabrada, en el Memorial Abós, fue el mejor del Casademont.
El club se planteó este verano si debía seguir contando o no con Hlinason para conformar su juego interior. Finalmente optó por mantener al islandés en su plantilla, acompañarlo de Mekowulu –el tiempo dirá si casan bien– y añadir a Maodo Nguirane para endurecer más los entrenamientos que la rotación. Y mientras, Aday Mara y sus 17 años esperando su turno.
Ante el Fuenlabrada Hlinason tuvo que ser la referencia del equipo a la fuerza. Mekowulu se quedó finalmente sin vestir por un pequeño problema sin importancia en un tobillo, según explicó Martin Schiller después, y el islandés no solo salió de inicio sino que tuvo que jugar 26 minutos. Y fue el mejor.
Tuvo enfrente a Ristic y Okouo, fundamentalmente, que no resultaron obstáculo suficiente para que Hlinason brillara en ambos lados, intimidando en defensa, taponando y negando tiros, y solventando con facilidad sus opciones en ataque. Seis opciones tuvo de meter canasta y seis metió, más uno de los dos tiros libres que provocó con las cuatro faltas recibidas (el que más del equipo). Los números no lo cuentan todo, pero tampoco engañan mucho. 13 puntos, 11 rebotes y 28 de valoración en 26 minutos, más de un crédito por minuto. Una barbaridad.
No es la primera vez que Hlinason hace algo así. De hecho, todos sus topes en la ACB los ha firmado en Zaragoza y, curiosamente, dos de ellos frente al Fuenlabrada. En el duelo de enero de 2021 consiguió 24 puntos y 33 de valoración. Sus 2,15, su capacidad intimidatoria, su habilidad para coger el balón arriba y no tener que bajarlo para dirigirse a canasta, le convierten en candidato a ser uno de los cincos más determinantes de la Liga Endesa.
Sin embargo, no ha terminado de encontrar la continuidad necesaria ni la titularidad habitual con ninguno de los seis entrenadores que ha tenido en la capital aragonesa en estos tres años. Es todavía joven tratándose de un interior, 24 años, pero ahí tiene el islandés su gran reto. Hacerse definitivamente con el puesto de titular o con un rol principal en el equipo durante toda una temporada. Esa es la apuesta del Casademont y ese es el deseo del jugador. De momento ha empezado demostrándolo en el partido de presentación. Enseguida llegará la hora de la verdad.
Javi García ni jugó y se quedó esperando el cambio al final
En un día festivo como es siempre la presentación del equipo ante sus aficionados, el único pero estuvo en la situación que vivió Javi García en los instantes finales del partido. El club decidió que volviera al primer equipo con la intención de que no ocurriera lo mismo que el año pasado, cuando tuvo que marcharse en busca de minutos, y hasta ahora había participado en el resto de amistosos de pretemporada. Pero contra el Fuenlabrada fue el único que no jugó y se quedó en la zona de cambio esperando para salir en los últimos segundos, como si fuera un júnior, algo que ni siquiera fue posible.
