El viaje más largo de Manu Peña

El exentrenador ayudante del Casademont Zaragoza se ha marchado a China para formar parte del cuerpo técnico de los Shenzhen Leopards en la ciudad de Dongguan

Manu Peña, en la banda en un partido del Gran Canaria.

Manu Peña, en la banda en un partido del Gran Canaria. / DREAMLAND GRAN CANARIA

El balón naranja no deja de girar para Manu Peña. El técnico de origen aragonés ya ha pasado por Italia, Gran Bretaña, el Casademont Zaragoza, el Stadium Casablanca y el Gran Canaria, donde se ha proclamado campeón de la Eurocup esta última temporada. Su siguiente paso es un salto en toda regla, pero no al vacío. Peña se marcha como ayudante a los Shenzhen Leopards de Dongguan, al sur de China. De hecho, viajó el lunes y desde el martes está ya instalado en la que va a ser su nueva ciudad.

No es un salto al vacío porque nada más hacer público su destino recibió llamadas de muchos españoles, también aragoneses, que hace tiempo disfrutan de una nueva vida en el país asiático. «He hablado con Joaquín Ruiz Lorente, que lleva siete temporadas y ya es una institución allí, con Hugo López, con los nuevos que van este año, Óscar Lata, que estuvo en el Peñas, Pau del Tio y Manolo Povea. Lo chulo es que cada dos partidos nos veremos y podremos quedar a cenar. En una Liga de veinte, seis equipos tienen españoles, cada tres partidos te encontrarás a uno», señala.

«He hablado con Joaquín Ruiz Lorente, que lleva siete temporadas y ya es una institución allí, con Hugo López, con los nuevos que van este año, Óscar Lata, que estuvo en el Peñas, Pau del Tio y Manolo Povea"

Esos son solo los que están en la máxima categoría. «También están Óscar Yebra, en CBA, Xavi Terrén, que jugó en el CAI y está en la academia de Shanghái, Julio Boheli, David Gros, que estaba en Casablanca y estuvo en Huesca y fue de los pioneros en ir para allí», enumera Peña. Un éxodo que tiene una doble lectura para el técnico, la positiva del enorme caudal de talento en el baloncesto español, también en los banquillos, y la negativa de que tenga que emigrar.

La experiencia

«Por un lado es porque es una Liga emergente y por otro es porque las oportunidades que hay fuera son mejores que las que hay aquí ahora mismo», indica Peña. En su caso, la decisión fue fácil porque tanto el proyecto como la ciudad son muy atractivos. «Es un proyecto sólido, top 8 de la Liga, y una de las mejores ciudades, emergente, muy internacional, no es la China profunda. Es el Silicon Valley de China, hay mucha tecnología. El pabellón de juego es para 18.000 espectadores, una pasada. Todo lo que me han contado, de locura», anuncia entusiasmado. «Era el momento para mí, personal y profesional, así que no lo dudé tampoco», indica.

El preparador, cuya familia es de Luesia, está ya en su nueva casa. Quiere integrarse cuanto antes, adaptarse a su nueva vida, aprender chino y ayudar en todo lo que pueda. «Voy como ayudante. Lo primero que me han dicho es que me adapte bien a la Liga, que conozca, me asiente, porque la idea es que sea una puerta para más tiempo pero yo ahora no sé si pasará eso. Todos los entrenadores que están tienen ayudantes pero muchos de ellos son adjuntos también, que tienen mucho poder de decisión, lo que pasa es que la jerarquía allí es algo que hay que aprender», explica.

«Es un proyecto sólido y una ciudad emergente en China. Voy con mucha ilusión y la mente abierta»

Una de las primeras cosas que pidió al recibir la oferta fue poder dar clases de chino. «Lo primero que voy a tener allí es una entrevista con mi agente de allí, con el presidente del club y con el primer entrenador. Con un traductor, imagino, a partir de ahí asentaremos las bases deportivas. Una de las cosas que les dije es que lo fundamental es tener un profesor de chino y me dijeron que no habría problema».

Peña ya tiene experiencia fuera de casa y esta oportunidad le llega en el momento óptimo en lo persona y en lo profesional. «Es otra pantalla, otra dimensión, también otras estructuras, otro tipo de responsabilidad. Cambia pero no deja de ser un escenario diferente en cuanto al espacio pero igual a cuando te vas a un sitio desconocido y tienes que empezar de cero. Como eso ya nos lo sabemos es una ventaja que tenemos, tenemos una virtud que es el adaptarnos a los sitios, conocer eso es algo que tienes adelantado», apunta. 

No obstante, este reto es mayúsculo. «No quiere decir que no vaya a ser complicado. He estado en Italia, he estado en Inglaterra y ahora el reto es mayúsculo porque el idioma y la cultura son muy diferentes. Voy a tener un trabajo mayor de adaptabilidad, de conocimiento. Es un reto pero es algo que abrazo y voy con mucha ilusión y la mente muy abierta», añade. Y es que lo que empezó siendo una pasión le está permitiendo vivir grandes aventuras. «Es una experiencia de vida. Que te permita esto tu profesión que ha sido tu hobbie toda la vida, es algo inmejorable. La vida son experiencias y esta va a ser una de las más importantes», concluye.