SUCESOS EN ARAGÓN

‘Cazado’ con un casco de la II Guerra Mundial y armas antiguas en Pinseque

La Guardia Civil detiene a un holandés que se dirigía a un pueblo costero de Almería

Imagen de archivo de una detrucción de armas. | GUARDIA CIVIL

Imagen de archivo de una detrucción de armas. | GUARDIA CIVIL / A. T. B.

La lucha contra el expolio y el mercadeo con ciertos elementos del patrimonio cultural es un objetivo que persiguen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que, en el caso de la Guardia Civil, aúna sus esfuerzos para tratar de poner fin a esta práctica delictiva con investigaciones integradas por cuatro servicios: Seprona, marítimo, fiscal y de Policía Judicial. Más allá de estas indagaciones, los controles rutinarios que lleva a cabo el Instituto Armado destapan en algunas ocasiones elementos insospechados como así sucedió este pasado fin de semana en la A-68, a la altura del término municipal de Pinseque, cuando los agentes intervinieron un casco de la II Guerra Mundial y otras tantas armas antiguas.

Por estos hechos fue detenido un ciudadano holandés de 31 años que, según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, se dirigía a un municipio de la costa de Almería y ahora el equipo de Policía Judicial investiga el citado hallazgo para tratar de esclarecer lo sucedido. Los hechos se remontan a la madrugada de este pasado domingo 30 de julio, cuando los agentes de la Benemérita se encontraban patrullando en esta localidad zaragozana en el marco de una oleada reciente de robos en las empresas instaladas en el polígono industrial.

Precisamente, un vehículo comenzó a merodear por las inmediaciones de una de estas fábricas y en ese momento saltaron las alarmas para los agentes. Conscientes de esos últimos robos, se acercaron hasta el citado turismo para evitar males mayores y, a medida que se aproximaban a él, sus sospechas crecieron al ver cómo estaba colocada la carga impidiendo una correcta visibilidad por parte del propio conductor.

Avisado de ello, comenzó a recolocar ese puzzle de piezas hasta que un pequeño desliz le hizo descubrir un casco de la II Guerra Mundial y, con ello, los agentes iniciaron un registro completo del vehículo. Hubo más. El resultado fue la intervención de ese casco y de varios rifles y armas largas, entre ellas, una ametralladora MG-53 provista también de munición. Todas ellas quedaron incautadas por la Guardia Civil porque el susodicho carecía de cualquier tipo de autorización que justificase su traslado.

A principios del pasado mes de junio, especialistas de la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil de Zaragoza, trasladaron a las instalaciones de una empresa siderúrgica un total de 1406 armas para su achatarramiento por fundición, tratándose de 6 armas de guerra, 202 armas cortas (pistolas y revólveres), 941 armas largas (escopetas, rifles y carabinas), 72 armas de aire comprimido y airsoft (cortas y largas), 143 armas blancas y otras 42 de otros tipos.