Con las banderas de los veintidós países iberoamericanos presidiendo el escenario y un auditorio del Palacio de Congresos de la Expo a medio llenar, el Congreso Iberoamericano de Cultura dio su comienzo ayer con la mirada puesta en "los nuevos retos que plantea el ámbito digital a la cultura". Así lo expresaron ayer todos los que intervinieron en el discreto acto de inauguración dirigido por Javier Celaya, comisario académico de la cita, y que se clausuró con la actuación de la compañía aragonesa LaMov. Lo hizo el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch; pero también el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia; el secretario adjunto de la Secretaría General Iberoamericana, Ruy Amaral; y el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle.

"Internet se ha introducido en todos los procesos de la cadena cultural, y eso ha puesto en cuestión los modelos existentes. Por eso --indicó Lassalle-- realizar unas leyes de acceso a la cultura común iberoamericana debe ser prioritario ya que la cultura nos hace más profundos y críticos como ciudadanos". En esa línea, el secretario de Estado, recalcó que estos nuevos modelos "amenazan la supremacía de nuestro diversidad cultural por lo que hay que realizar una oferta legal de contenidos iberoamericanos que permita reconocerla y disfrutarla en todo el mundo".

EL CENTRO DEL MUNDO

Gracia, por su parte, recordó a Borges y su frase Dios es una esfera cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna para hacer el símil con el mundo digital al que, además definió, como "accesible, democrático y que llega más allá de los límites personales".

Belloch, que resaltó la capacidad de Zaragoza para organizar eventos internacionales, abogó porque este congreso no dure solo unos días y sea "algo que deje huella para formar parte de la historia iberoamericana".