Después de un accidente, Hipólito Jarama, un estomatólogo famoso, sueña extraños personajes que predicen el futuro. En uno de estos sueños, su mujer, Laura, se besa con un protésico dental. A partir de entonces, su único objetivo será comprobar si todos sus presagios se cumplen. Se trata, por tanto, de «una comedia de dentistas», según dice «surrealistamente» su director Carlos Martín.

Dakota es el nuevo proyecto del Teatro del Temple, una comedia de Jordi Galcerán, que se estrenará el 5 de septiembre en el Teatro de las Esquinas y que esta noche celebrará un work in progress (ensayo con público invitado) para ir testando la producción con público delante. Dakota, protagonizada por Joaquín Murillo, Yolanda Blanco, Luis Rabanaque y Francisco Fraguas («un equipo muy especial») vuelve a tomar vida (después de dos versiones anteriores, una comandada por Carlos Hipólito), aunque esta vez de la mano de Carlos Martín: «No he querido ver nada de ninguna de las anteriores porque siempre se te queda algo en la retina y creo que está bien que las cosas surjan», arranca su explicación el director, que va más allá: «En las comedias es importante encontrar la colocación del actor frente a la actitud y por esto es necesario el encuentro con el público, es el que te va ajustando la tuerca interpretativa. Curiosamente siempre llegas a la misma conclusión y es que sea tragedia o comedia, el actor siempre tiene un núcleo de sinceridad desde la cual debe trabajar».

UN PUNTO DE REFLEXIÓN / Como toda comedia, Dakota también aporta un punto de reflexión al espectador. «Las comedias siempre llevan dentro un trauma, una locura, y aquí es el personaje al que le han ocurrido una serie de cosas por culpa de un accidente que hace que modifique su mundo exterior y lo va organizando a conveniencia de su mundo interior», asevera el director que recuerda, además, que con este montaje Teatro del Temple cumple veinte años.

¿Es el momento de mirar atrás? «Es monstruoso, a medida que vas cumpliendo años de experiencia, lejos de liberarte, cada vez tienes más miedos y más prudencias porque evidentemente te haces más a la idea de en lo que estás, de lo complejo que es esto y de cómo son las cosas. Te das cuenta que en las primeras fases eres más lanzado con una actividad creativa muy potente y que luego adquieres la técnica, la tranquilidad y la paciencia... pero la conclusión es que, en cualquier caso, durante estos 30 años de carrera personal, construyes con el público y con el resto de creativos un camino y una serie de cosas que ahí están, compuestas de muchas cosas que es hermoso que estén ahí porque todas ellas dejan una huella y abren un nuevo camino».

Precisamente, es esta larga trayectoria la que también quiere conmemoración Teatro del Temple con el estreno en septiembre que pretende ser «una celebración del teatro y de toda la trayectoria que hemos caminado junto al público», concluyó Carlos Martín.