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Muere la centenaria pintora aragonesa Mari Cruz Sarvisé

La artista, que residía en Huesca desde los 7 años, fue una renovadora de la pintura

Mari Cruz Sarvisé, en silla de ruedas, en la inauguración de la exposición en Huesca, en abril de este año.

Mari Cruz Sarvisé, en silla de ruedas, en la inauguración de la exposición en Huesca, en abril de este año. / FUNDACIÓN IBERCAJA

El Periódico de Aragón

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La pintora aragonesa Mari Cruz Sarvisé, que en mayo de este mismo año cumplió 100 años, ha fallecido en Huesca, ciudad en la que residía desde los 7 años. La artista era una de las figuras más destacadas del arte oscense de los siglos XX y XXI.

Pocos días antes de su centenario, la Fundación Ibercaja, en colaboración con la Real Academia de Bellas Artes de San Luis, inauguró en Huesca su exposición 'María Cruz Sarvisé 100 años. Retratos' que sirvió, además, para rendirle un cálido homenaje. Era la primera vez que la pintora exponía en solitario.

Medalla de Oro de la Academia de San Luis

Ese mismo día, la Real Academia de Bellas Artes de San Luis le concedió su Medalla de Oro, distinción muy poco otorgada y que tiene como valor el ser la más alta de las distinciones de esta real corporación. Cuando se le impuso en la solemne sesión, contaba a este diario el presidente de la Academia, “estaba claro que se quería reconocer que fue una avanzadilla del color y de la libertad estética en aquella España de Franco que pretendía dibujar en blanco y negro; que supo captar la esencia de las personas; y, especialmente, que supo confiar siempre en el ser humano y en su capacidad de construir belleza”.