Una lección de historia en directo

Una marea de gente abarrota la Aljafería en la recreación del Segundo Sitio de Zaragoza

La que es la mayor recreación napoleónica de España, con cerca de 350 'soldados', concluye en Zaragoza con un éxito rotundo de asistentes

Lo único que ha lamentado el público es la escasa visibilidad a la hora de seguir la contienda

Rubén López

Rubén López

Todos conocían el triste final, pero eso no ha impedido que asistan en masa a esta nueva lección de historia en directo. La recreación del Segundo Sitio de Zaragoza ha congregado este domingo a miles y miles de zaragozanos en el entorno de la Aljafería, constatando que este tipo de reconstrucciones históricas cada vez tienen más éxito entre la población. Había abuelos, niños, adolescentes y gente de mediana edad en un evento en el que solo se ha echado de menos algo más de comodidad para poder disfrutar de la recreación. Y eso que este año las tropas no bajaron al foso con el propósito de mejorar la visibilidad a los asistentes.

"Lo hacen genial y es un espectáculo muy chulo, lo único que hay tanta gente que no se ve casi nada", ha lamentado Manuel, un zaragozano que había acudido con sus dos hijos pequeños. A su lado, un matrimonio planteaba posibles soluciones: "En un futuro quizá podrían instalar algunas gradas allí donde se pueda".

Más allá de las mejoras a analizar de cara a 2026, la sexta edición de la recreación de los Sitios fue un éxito total. Ya lo fue el sábado, con la plaza del Pilar y el Coso también repletos de gente, y lo ha vuelto a ser este domigo gracias también al buen tiempo. De hecho, aún es pronto para asegurarlo, pero todo apunta que se superará la asistencia de hace dos años, cuando 120.000 personas acudieron a algunos de los actos. "Yo en ninguna edición he visto a tanta gente como este años. La verdad es que estamos muy contentos porque ha salido todo genial", ha destacado Luis Sorando, presidente de la Asociación Napoleónica Española y miembro de la Asociación Voluntarios de Aragón, organizadora del evento. 

La recreación del Segundo Sitio de Zaragoza congrega a miles de personas en la Aljafería

Miguel Ángel Gracia

El gran apoyo de los ciudadanos no ha cambiado el signo de la historia. El Segundo Sitio de Zaragoza acabó el 21 de febrero de 1809 con la capitulación de las tropas de Palafox ante las francesas -como se ha recreado en la Aljafería-, aunque el valor de los defensores de la ciudad quedó fuera de toda duda. Conocida es la perplejidad que el coraje de los zaragozanos causó a los comandantes de Napoleón. "Sobre la ciudad llueven bombas a centenares pero nada basta para intimidar a sus defensores... ¡Qué guerra! ¡Qué hombres! ¡Verse obligado a matar a tantos valientes! Esto es terrible. La victoria da pena", llegó a escribir en una carta en 1809 el mariscal Jean Lannes.

En la recreación de este domingo en la Aljafería ha quedado muy patente el respeto que se habían ganado las tropas aragonesas. Y es que, tras la capitulación, el bando francés ha rendido pleitesía a los vencidos. El general Palafox ha agradecido el esfuerzo a los suyos y ha recordado que Zaragoza fue "un símbolo de resistencia".

Rendirse nunca fue una opción para las tropas aragonesas, y eso que el desequilibrio de fuerzas era notable cuando los franceses volvieron a la carga tras el fracaso del Primer Sitio. "¡Después de muerto, hablaremos!", llegó a replicar Palafox negándose a negociar una rendición pese a que Madrid ya había capitulado. La ciudad aguantó el asedio durante dos meses en una batalla librada calle a calle, casa a casa. Al final, el hambre y el tifus acabaron por apuntillar a unos defensores en clara desventaja.

Una ciudad destruida

Como ha recordado el historiador Daniel Aquillué, que como el sábado ha narrado por megafonía el devenir del enfrentamiento, Zaragoza acabó prácticamente destruida y su población diezmada: de 55.000 ciudadanos que había antes de los Sitios sobrevivieron 12.000.

"Fueron unos valientes porque lo tenían muy negro y aún así quisieron luchar. Quizá por eso ahora somos tan testarudos y cabezotas", ha asegurado entre risas José, que también había acudido con sus hijas a la recreación.

La zona más próxima a la entrada principal y el puente de acceso a la Aljafería se han convertido en el campo de batalla, en ocasiones desde la distancia y otras cuerpo a cuerpo. El estruendo de los cañonazos y el olor a pólvora han hecho viajar en el tiempo a todos los asistentes, que han vuelto a disfrutar de una lección de historia a escala real y en directo. "Como hay tanta gente no se ve muy bien, pero la verdad es que es un gran espectáculo y así los críos pueden conocer la historia de una forma más divertida", ha comentado Ana, que había acudido con toda la familia.

Sin duda, ese es el gran valor añadido que deja la que es la mayor recreación napoleónica de España: dar a conocer unos hechos históricos que marcarán por siempre a una Zaragoza siempre heroica y siempre inmortal.