El Barcelona confirmó anoche en Cardiff la línea ascendente de su pretemporada con una nueva victoria, esta vez frente a un rival de entidad: el Parma. El dominio barcelonista no admitió discusión, aunque a Henrik Larsson y a Ronaldinho les faltó acierto ante la portería. Ambos cuajaron un buen partido, pero la escasez de goles contribuyó a darle protagonismo al camerunés Samuel Eto, el último fichaje del equipo, que estuvo en el banquillo, pero todavía sin minutos por la falta de rodaje. En la segunda parte Rijkaard introdujo cuatro cambios simultáneos. Uno de ellos, Iniesta, necesitó tan sólo trece minutos para desequilibrar la balanza, tras combinar con Larsson y batir a Sicignano de tiro raso.

Después llegaron muchas más ocasiones para el Barcelona, pero la disciplina defensiva del Parma evitó un marcador más acorde con lo sucedido durante el partido. Los blaugranas se apuntaron una nueva victoria en un partido en el que su técnico dejó entrever los mimbres con los que puede afrontar el inicio de la Liga, a la espera de la integración de Eto y la recuperación de Deco.

EL OLVIDO DE RONALDINHO El viaje a Cardiff fue más accidentado de lo habitual, ya que problemas con el repostaje del avión retrasaron dos horas su llegada. Además Ronaldinho olvidó su pasaporte en la ciudad condal, por lo que inicialmente las autoridades de la aduana se negaron a dejarle entrar en Gales. Al final, las negociaciones de los directivos del club permitieron al brasileño incorporarse al resto del equipo, aunque con media hora de retraso. Por otro lado, ayer se hizo pública la cesión del defensa azulgrana Oscar López al Lazio, con el que comenzará a entrenarse el próximo martes.