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a la contra

Ni siquiera tres mediapuntas para un plantel cojo en defensa

El pasado 29 de junio, hace casi un mes, este diario publicó una información bajo el título Tres mediapuntas y punto. En aquella fecha, Martín González tenía tan solo en mente reforzar el equipo en la segunda línea de ataque. Ni centrales ni delanteros. Los patronos, por supuesto, aprobaban esa hoja de ruta de la que se salió Ranko Popovic en varias ocasiones para solicitar un defensa más en el eje de contención. El entrenador velaba por las necesidades reales de una plantilla a la que se va dar carpetazo si no aparece un mirlo blanco antes del 31 de agosto. Ese chollo además de no costar un euro debería ser un peso pesado, no un simple telonero.

Desde ese 29 de junio, el club ha logrado las cesiones de Hinestroza y de Jaime, pero no la incorporación del tercer medipunta en cuestión. Ese jugador era Willian José, según la secretaría técnica un futbolista más acorde para ser utilizado por detrás del 9 que como proa ofensiva. El brasileño, mucho más del gusto de Popovic que de Martín González, tomó rumbo al Las Palmas y se acabó la historia. Las solicitudes internas y populares por el central se han quedado colgadas del sueño de un mercado de verano. Lo del goleador ni siquiera se planteó muy en serio: con Ángel y Ortuño se consideró en su momento más que completado el ataque zaragocista.

A cinco días de que se baje la persiana de los fichajes y si no produce un milagro, el Real Zaragoza va a salir a competir por el ascenso con lo que hay, una apuesta quizás correcta para luchar por ingresar en los playoffs, pero insuficiente como incluir al Real Zaragoza entre los serios aspirantes a las dos primeras plazas. El delicado estado físico de Mario enfoca a una campaña con Vallejo, Cabrera y Rubén, a quien se le buscó salida sin éxito, como únicos especialistas de, seguramente, la parcela clave para señalar a un equipo como serio pretendiente a subir de forma directa.

Esta categoría no pide fútbol a sus príncípes. La calidad se aprecia y valora y la velocidad es un arma imprescindible, pero la cualificación defensiva está por encima de cualquier otra consideración, incluida la de poseer un ariete de una veintena de tantos. El Real Zaragoza, que encima parece condenado a tener abierta su enfemería durante las 24 horas, no dispone de esos avales. Rubén está fino, pero sigue siendo una gran incógnita cuál será su productividad a largo plazo, a campo abierto y no como en Miranda. Una planificación realista apunta a Cabrera y Vallejo en la eternidad central...

Estaba previsto así desde hace tiempo. Tres mediapuntas y punto, y solo han llegado dos. Por mucho que se quiera convencer al personal, no hay mejor plantilla que el curso pasado. Puede que un poco más bonita, más pinturera y exótica, pero demasiado expuesta atrás a las inclemencias de 42 jornadas.

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