El Bada Huesca, tercer club de Asobal con mayor crecimiento en afición

El equipo oscense tuvo 7.000 aficionados más esta pasada campaña, siendo el tercer club de la Asobal con mayor crecimiento. Néstor Oliva, su gerente, mira al futuro con ambición

Adrià Pérez celebra un tanto conseguido para el Bada Huesca ante sus aficionados.

Adrià Pérez celebra un tanto conseguido para el Bada Huesca ante sus aficionados. / Bada Huesca

David García Arlegui

David García Arlegui

Existen diferentes maneras de alcanzar el éxito como club deportivo. Por un lado, está la gloria en el aspecto deportivo, los títulos e hitos que un equipo cosecha que llevan la gloria a la ciudad a la que pertenezca el conjunto que la consigue. Sin embargo, ¿qué valor tiene un hito deportivo si no se puede compartir con una afición, con una ciudad detrás de un equipo? El Bada Huesca está cada vez más cerca de conocer la respuesta a esta pregunta.

El conjunto oscense ha finalizado la campaña 2022-23 con un incremento de 7.000 aficionados respecto a la temporada anterior, pasando de contar con 14.950 a 21.950 según datos publicados por la propia Asobal. «Para un club como el Bada, que ha puesto mucha ilusión y trabajo en iniciar este proceso, te hace sentir verdaderamente bien con tu trabajo y refuerza el esfuerzo que se ha puesto este año para intentar que el balonmano llegue al mayor público posible», afirma Néstor Oliva, gerente del Bada Huesca. «Hemos entrado en una rueda en la que queríamos entrar porque nuestros objetivos eran mejorar la visibilidad del club y conseguir una mayor masa social», explica.

El conjunto oscense se sitúa así entre los tres clubs con mayor porcentaje de crecimiento de aficionados (un 46%), solo por detrás del BM Granollers (50%) y el Frigoríficos del Morrazo (60%). En números, el Bada cuenta con 7.000 aficionados más que la pasada campaña por los 11.730 del Cangas y los 11.873 del Ademar León, el que más adeptos ha ganado esta temporada. «Hemos roto la dinámica descendente de los últimos años, especialmente con el tema del covid», indica Oliva, satisfecho por haber conseguido retornar a los 1.000 socios que el equipo tenía antes de la pandemia. «Es el primer paso. Hay que recalcar que en Aragón afectó bastante a nivel de clubs deportivos por las normas durante la pandemia, que eran un poco más restrictivas que en otras comunidades. Lo notábamos mucho en cuanto a aficionados», expone.

Eso sí, el buen hacer en el ámbito económico redujo el bache al que el Bada se enfrentó cuando llegó el covid. «El estado del club antes de la pandemia, totalmente saneado, permitió sufrir menos que en otros casos», argumenta el gerente.

La fiebre que se está viviendo con el Bada Huesca beneficia al club en lo deportivo, y también en lo económico. «Además de obtener más beneficios en taquilla, consumo y abonados, nos ofrece la posibilidad de que más patrocinadores se fijen en el equipo. Los que ya están, siguen satisfechos con lo que ven, y atraemos a otros nuevos», relata.

El Bada, además, está saliendo reforzado en el contexto de una pequeña ciudad con muchos clubs deportivos, como es el caso de la capital oscense. «Huesca es un caso a estudiar. Hay una gran variedad de equipos rindiendo a buen nivel, lo que hace que sea difícil crecer y que sintamos orgullo por formar parte de este entramado de clubs locales», afirma Néstor Oliva, consciente de que la rueda en la que ha entrado el Bada Huesca no ha hecho más que empezar a girar. «Esto es solo el comienzo», asegura.