El Barça y su lucha para frenar la violencia contra los menores: "Queremos ser un espacio seguro"

Una mirada, un gesto o una palabra. Cada uno de ellos pueden reconfortar o destruir, puede herir o dar alas a los pequeños que cada semana se ponen sus camisetas y saltan al campo para disfrutar en equipo. El deporte, esa válvula de escape, que debería ser siempre un lugar seguro. Aunque no siempre lo es.

En los últimos años, se han ido destapando múltiples casos de abusos a menores, de discriminación y de bullying. Cada vez, las nuevas generaciones tienen formas de hablar y de respetar distintas y, en ocasiones, estas traspasan límites. Es por ello que desde la Fundación del FC Barcelona emprendieron un proyecto pionero en el mundo del deporte: un sistema holístico para proteger a los menores que forman parte de la entidad. Gracias a este se han identificado 10 casos en el club, que han podido resolverse con éxito.

Reflejo de la sociedad

Entrenar las miradas, de eso se trata, además de tener claro cómo reaccionar. Saber identificar conductas y poder anticiparse a los hechos para evitar que se den situaciones de violencia contra la infancia y la adolescencia es casi tan importante como crear un espacio seguro en el que las víctimas puedan denunciar. A eso se han dedicado desde la Fundación en el último año y medio. A mediados de 2022 se puso en marcha un sistema de protección al menor que, además de identificar a través de un mapa de riesgos aquellas zonas de la entidad que podían ser problemáticas, ha formado a profesionales del club, familias y jugadores que pasan sus tardes vistiendo la camiseta del Barça.

"El objetivo real de este sistema no es evitar que pasen situaciones de violencia contra la infancia porque desgraciadamente esta situación seguirá pasando. El club y la Fundación son un reflejo de la sociedad, y desgraciadamente, de situaciones de violencia y bullying, de abusos sexuales y de negligencia, de maltrato y, por tanto, esto seguirá pasando. El objetivo real de este sistema es, primero, intentar prevenir y minimizar los riesgos", cuenta Marta Segú, presidenta de la Fundación del FC Barcelona a EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica. "No siempre podremos evitar que pasen cosas, pero sí detectarlo y acompañar a los menores que sufren esta situación", añade.

Desde la Fundación quieren convertir el Barça en un lugar seguro. "Tener los profesionales formados y crear un ambiente de confianza, de confidencialidad para que los menores se sientan cómodos explicando, no solo lo que puede estar pasando al club o a la Fundación, sino lo que puede estar pasando en casa, en la escuela, en extraescolares", cuenta Segú. Gracias a ello, este año han actuado en 10 casos de violencia contra menores: siete de ellos producidos fuera de la entidad y tres que se han dado dentro de las instalaciones del club.

Bullying y racismo

De las tres situaciones de violencia que se han detectado dentro de la entidad azulgrana, dos han sido casos de bullying y otro de racismo, todos en las etapas formativas del club. "Ha habido un primer caso que ha sido discriminación verbal por temas más de racismo. El entrenador detectó que había una situación de vulnerabilidad, vio indicios, y nosotros actuamos enseguida. En este caso no ha hecho falta activar todo el protocolo, sino que se ha gestionado con medidas educativas y de sensibilización", relata la presidenta, que no puede dar más detalles por la política de privacidad.

"Dentro de la entidad también se han detectado dos casos de bullying y se ha activado todo el sistema, se ha avisado a Servicios Sociales y se ha hecho un trabajo de acompañamiento. Ha afectado a dos menores, pero han estado involucrados 24 en total. Se ha trabajado mucho desde el equipo técnico y se ha acabado solucionando, pero sí que se ha tenido que activar el sistema", añade. Las dos víctimas siguen en el club una vez se han resuelto los casos.

El sistema de protección, además de funcionar para casos que se dan dentro de la entidad, ha permitido a siete jóvenes denunciar casos de violencia que sufren en su entorno familiar o en el colegio. "Ha habido desde situaciones de acoso escolar hasta violencia intrafamiliar", informa Segú.

Pese a que el sistema funciona, desde la Fundación son consciente de que hay aspectos a mejorar, como fomentar una mayor implicación por parte de las familias en las jornadas de formación o la implementación total de este sistema en todas las academias del Barça repartidas por el mundo. Además, desde la Fundación han sumado como un requisito para cualquier empresa que quiera colaborar con ellos adoptar este sistema o tener uno propio que proteja a los menores y adolescentes.