La montaña en Aragón

Jaime y los lobos

Jaime Pou competirá este invierno con su trineo único compuesto por perros lobos en dos carreras de larga distancia en Suecia y Noruega

El adiestrador de Torrellas aspira a clasificarse para las pruebas americanas de largas distancias

Jaime Pou compite con un tiro compuesto por perros lobos, único en España.

Jaime Pou compite con un tiro compuesto por perros lobos, único en España. / KRYSTINA CERNAKOVA

Sergio Ruiz Antorán

Sergio Ruiz Antorán

Es la magia de Papá Noel. Dicen que al sobrevolar el Moncayo sus renos se transforman en una manada de lobos ibéricos que tiran felices de su trineo lleno de regalos. ¿No se lo creen? Pregunten a los niños de Torrellas. Ellos bien lo saben. Los han visto con sus propios ojos. Dicen que esta mutación es fruto de esa fraternidad entre mushers, un guiño a su amigo Jaime Pou, vecino de este pequeño pueblo aragonés, que pronto le devolverá la visita por ‘las Escandinavias’. 

Porque esta es una historia de película de aventuras. De esas largas, con secuelas, cuyo próximo estreno está al caer. Jaime y sus lobos partirán en febrero hacia la Amundsen Race en Suecia, una apasionante ruta de 350 kilómetros entre alces, ventiscas e interminables bosques. Si la completa clasificará en marzo para la Finnmarkslopet (600k) en Noruega y optará a dar el salto en 2025 a su versión de más de mil metros y a las míticas carreras americanas de Iditarod Race y Yukon Quest (1.600k), casi inéditas para españoles. «Voy para ganar. Supone un reto increíble, una aventura inimaginable. Es mi forma de vida», confiesa Jaime. Pero no corramos, antes de llegar a los títulos de crédito, vayamos al plano inicial. ¡Acción!

Este mallorquín lleva desde 2001 en Aragón haciendo crecer la camada familiar y la perruna. Quizá les suene porque les haya pasado con su trineo por Cerler, los viñedos de Borja o, desde el año pasado, en Pineta. Quizá le han visto competir en Monegros, Alpes o la mítica Pirena, esa «competición por etapas por las estaciones de España, Francia y Andorra que tuvo un presupuesto de más de un millón».

Decíamos que es una historia de película porque es verdad. Tanto que tenía una actriz en la manada. Su preciosa Alaskan Malamute Arwen fue estrella bajo el nombre de ‘Carmen’ en Sauerdogs, un western de Guillermo de Oliveira grabado en Benasque en 2021. Jaime fue su adiestrador. De ese corto nace el bautizo de su actual equipo que completa con su mujer y su hijo.

Volvamos al estreno. Porque Arwen no era una perra cualquiera. Como ninguno de los 40 que reunió Jaime, todos adoptados, solo razas nórdicas, todos nacidos para ser mascotas y rescatados para conformar un equipo de tiro de trineo. «Me recorrí toda España, en protectoras y asociaciones recogiendo perros que estaban enfermos o no los podían atender», recuerda Pou.

Pero este guion tiene un giro imprevisto en 2011. Su hijo llama a la puerta. ¿Con quién viene? Trae a otro mallorquín de ojos preciosos, salvaje pelaje y colmillo brillante. Amarok fue su primer perro lobo, un amor al primer lametazo. Detrás de él llegaron tres más, dos machos y dos hembras, de los que fueron naciendo sucesivos cachorros para alimentar una proeza: ser el primer musher de perros lobos. «Los nórdicos lo tienen en la sangre, son perros de trabajo acostumbrados a las bajas temperaturas, pero los lobos ibéricos, no, empiezas desde menos cien. Desde ponerle el arnés, los botines, agarrarlos al trineo… todo les asusta al principio, no saben. Supone mucho trabajo», dicta.

Cuidados de atleta

Ahora cuenta con 18 animales de esta raza a los que entrena por la estepa del Moncayo. En seco. Su fiabilidad sobre nieve fue aprobada en 2020 en la Sedivackuv Long Trail, en Chequia. «Me dijeron que nunca habían visto un equipo de perros lobos. Quedamos los 13° de más de cien. Pasamos dos noches de vivac a bajo cero». En Escandinavia hará más frío. Es el hándicap que espera no sea un problema porque «no son lo mismo -4°del Moncayo que estar a -40°. Sé que van a aguantar. Algunos nacieron en Benasque con -25° y llevamos botines y abrigos», apunta. 

Jaime habita en Torrellas en una finca de más de 5.000 metros cuadrados. Su vida son sus perros. Se pasa el día con ellos. «Comen 200 kilos de pienso a la semana, más carne, huevos duros, colágeno, en las carreras unas barritas especiales que les hacemos con carne roja y pescado, les damos cremas para recibir masajes y evitar contracturas… son atletas de élite», añade. Con diez entrena eligiendo su rol (leader dog, swing dog, team dog y whell dog) y orden en el tiro según su personalidad y características. Desde septiembre (no pueden correr con calor) lleva más de 750 kilómetros con ellos. Pueden entrenar hasta 8 horas al día, corren a medias de 11 kms/h con una punta de 50 kms/h arrastrando 200 kilos de carga. 

La conexión con los perros es la base de un deporte entre una naturaleza exuberante.

La conexión con los perros es la base de un deporte entre una naturaleza exuberante. / KRYSTINA CERNAKOVA

Las carreras de larga distancia tienen un espíritu muy aventurero. Deben administrar los descansos en los controles de paso, la comida, que debe ser ligera, y conocer los límites de los perros, que pasan rigurosos controles veterinarios, midiendo las pulsaciones y el peso para poder continuar. Salen con ocho pero pueden llegar a meta solo con cinco. Casi no tienen asistencia, aunque siempre se pueden ayudar entre mushers. «La conexión que tienes con los perros es brutal en una mezcla de deporte y aventura en plena belleza natural y de apoyo, entre amigos, de todo el mundo, donde hay que ser humilde pese a competir».