La mayoría de los sindicatos con representación en la planta de General Motors España (UGT, CCOO, CGT y OSTA) celebró ayer asambleas de afiliados para explicar la propuesta presentada por la dirección esta misma semana. Los cuatro encuentros evidenciaron la inquietud y las dudas que la oferta ha generado en una plantilla que recela de las condiciones que la multinacional puede ofrecer a los afectados por el ajuste laboral.

El pasado miércoles, la dirección de la fábrica propuso al conjunto de las fuerzas sindicales ejecutar las 900 salidas, planteadas por GM Europa, a través de salidas "no traumáticas" y con la posibilidad de retornos a la factoría. Una oferta que llegó después de que la mayoría del comité (UGT, CCOO y Acumagme) acordara negociar el recorte de empleos en Figueruelas. No obstante, como contrapartida, la empresa puso sobre la mesa unas condiciones sobre el convenio colectivo que deben firmar en las próximas semanas dirección y sindicatos.

Este es, sin duda, el punto más polémico, ya que entre esas condiciones se encuentra una propuesta de congelar los sueldos durante cinco años. "Es normal que la gente esté inquieta porque esa congelación es una barbaridad. De todas formas, confiamos en que de la negociación salga una oferta mejor", indicó el secretario de UGT en la planta, Pedro Bona. Una opinión que comparten en la sección de CCOO, desde donde también inisisten en introducir criterios de voluntariedad en el ERE de extinción.

Por su parte, la sección sindical de CGT anunció que convocará paros de media hora en la planta para informar a los trabajadores y mostrar su rechazo a la propuesta de reestructuración. Los paros podrían producirse a partir del 22 de febrero, aunque el sindicato no concretó una fecha. En este mismo sentido, OSTA, a cuya asamblea asistieron más de cien trabajadores, no descartó plantear movilizaciones si la empresa no modifica significativamente sus planteamientos.