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El machismo se queda fuera de juego

El fútbol femenino en España atraviesa uno de sus mejores momentos tras la victoria de la Selección en el Mundial de Australia, pese a la lamentable imagen proyectada por el ya expresidente de la RFEF, Luis Rubiales

Las jugadoras de la Selección española de fútbol tras proclamarse campeonas del mundo en Australia.

Las jugadoras de la Selección española de fútbol tras proclamarse campeonas del mundo en Australia. / DEAN LEWIN

Laura Rabanaque

Laura Rabanaque

La victoria de España en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda este verano no solo ha demostrado el poderío del fútbol femenino en nuestro país, sino que ha desatado una ola de solidaridad con las jugadoras tras el lamentable comportamiento del ya ex presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, en la final de Sídney.

Su beso no consentido a Jenni Hermoso y sobre todo, el nulo arrepentimiento mostrado posteriormente, llegando incluso a culpar a la jugadora, han puesto de manifiesto el machismo que todavía existe en el mundo del fútbol.

Más allá de la polémica que ha dejado a muchos en fuera de juego, la victoria de la Selección en el Mundial supone todo un hito para el deporte femenino en nuestro país. "Va a ser un antes y un después, ya que va a hacer que muchos medios tengan interés en este deporte y que tanto niños como niñas tengan referentes femeninos donde antes solo había hombres".

"Tanto niños como niñas tienen ahora referentes femeninos donde antes solo había hombres"

Así lo asegura Teresa Rey, capitana del Zaragoza CFF, el único club de fútbol femenino de la capital aragonesa. Esta ejeana de 26 años comenzó a jugar a fútbol a los 6 años en la SD Ejea. Tras una primera etapa en el Zaragoza CFF en la que llegó a militar en Primera División, fichó por el Sevilla CF, pero una grave lesión en su rodilla le hizo volver al club aragonés, donde ahora lidera al primer equipo en segunda federación femenina, la tercera categoría del sistema de ligas de fútbol femenino en nuestro país.

De la discriminación en los campos al beso de Rubiales

La aragonesa sabe bien lo que significa abrirse paso en el mundo del fútbol en una época donde apenas había niñas. Los primeros años jugó en equipos mixtos en los que en ocasiones notaba discriminación. "A los niños, y sobre todo a sus padres, no les gustaba que una niña les regatease, lo veían como un insulto", recuerda.

Teresa Rey en uno de los partidos disputados con la camiseta del Zaragoza CFF, del que es capitana.

Teresa Rey en uno de los partidos disputados con la camiseta del Zaragoza CFF, del que es capitana. / EL PERIÓDICO

Sin embargo, asegura que las cosas están cambiando. "Es un orgullo lo que hemos conseguido. Ahora hay muchos más equipos femeninos y muchas más niñas que juegan al fútbol y lo hacen muy bien". Y pone como ejemplo a las jugadoras del Zaragoza CFF alevín, que hace dos temporadas se convirtieron en el primer equipo femenino aragonés en ganar una liga mixta.

Para Teresa Rey es muy triste que el comportamiento del ya ex presidente de la RFEF haya empañado el triunfo de la Selección español a femenina, que ha logrado toda una hito en la historia deportiva de nuestro país.

Nuevas referentes femeninas en los vestuarios

Entre las heroínas de Sídney se encuentra la futbolista zaragozana Salma Paralluelo. Su nombre, junto a otros como los de Alexia Putellas, Olga Carmona o Mapi León se empieza a colar en los vestuarios y terrenos de juego cada fin de semana. "Las nuevas generaciones cuentan con estas nuevas ídolas, que van a hacer cambiar el pensamiento de los demás", asegura Teresa Rey.

Un avance hacia la plena igualdad que, tal y como ocurre en otros sectores de la sociedad, todavía se resiste a las futbolistas. "Las noticias que dan en televisión dedican muy poco tiempo al deporte femenino -explica. Se va mejorando pero se sigue notando".

Alexia Putellas, Irene Paredes y Jenni Hermoso, con la copa del mundo de fútbol.

Alexia Putellas, Irene Paredes y Jenni Hermoso, con la copa del mundo de fútbol. / PABLO GARCÍA

A nivel salarial, la diferencia todavía es más abrumadora. Aunque, según la capitana, es lógico ya que "no generamos los mismos ingresos que el deporte masculino. Lo único que pedimos es una oportunidad, que nos vean y que mostremos lo que somos capaces de hacer".

#SEACABÓ, EL #METOO DEL MUNDO DEL FÚTBOL

En octubre de 2017, el periódico The New York Times publicó un reportaje que probaba los abusos sexuales cometidos durante años por el productor Harvey Weinstein contra actrices y trabajadoras en Hollywood tras una compleja investigación llevada a cabo por los periodistas Jodi Kantor y Megan Twohey, con la que ganaron un premio Pullitzer.

Esta publicación impulsó el movimiento viral #MeToo, en el que miles de mujeres en todo el mundo se atrevieron por fin a a compartir y denunciar en sus redes sociales situaciones de acoso, abuso sexual y violaciones, sobre todo en la industria del cine y el entretenimiento, con el fin de acabar con la impunidad de acosadores, abusadores y violadores.  El movimiento #MeToo abrió una nueva ola en la historia del feminismo, que pone fin al silencio de las mujeres sobre situaciones que consideran inapropiadas.

Algo parecido ha sucedido ahora en el fútbol español, donde el beso no consentido a Jenni Hermoso tras la final de Sídney, se ha convertido en un símbolo de la lucha por la igualdad. Con el ‘hashtag’ #SeAcabó, con el que la mejor futbolista del mundo, Alexia Putellas, finalizó su comunicado de apoyo a Jenni Hermoso después de que Luis Rubiales se negase a dimitir y declarase que fue la jugadora quien lo levantó, lo acercó a su cuerpo y consintió el "piquito", hombres y mujeres han querido mostrar su solidaridad con la futbolista y dejar claro que este tipo de incidentes no pueden dejarse pasar y no tienen cabida en el mundo del deporte ni en cualquier otro ámbito de la sociedad. 

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