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El interés por aprender circo aumenta en Aragón

Cada vez más personas se animan a hacer malabares, subirse a un trapecio o caminar sobre una cuerda en la comunidad, donde hay grandes compañías profesionales y lugares para aprender

Clases de la Escuela de Circo Social en la Harinera de Zaragoza.

Clases de la Escuela de Circo Social en la Harinera de Zaragoza. / EL PERIÓDICO

Laura Rabanaque

Laura Rabanaque

¿Te gustan los malabares? ¿Has pensado alguna vez en subirte a un trapecio? Hacer circo se ha puesto de moda en Aragón, donde hay grades compañías y artistas circenses, y lugares donde aprender y practicar alguna de las disciplinas que engloba el conocido como mayor espectáculo del mundo. Eduardo Lostal, presidente de la Asociación de Profesionales del Circo en Aragón (Carpa), asegura que el circo se encuentra en muy buena forma en la comunidad: "Tanto en el aspecto técnico como artístico ha evolucionado mucho y está a un nivel muy alto".

Como suele decirse al hablar del cine, Aragón es tierra de circo, con numerosos espectáculos de fama internacional, asociaciones para entrenar y conocer gente, y festivales que muestran al público propuestas novedosas. Como consecuencia, cada vez hay más circo en las calles y en los teatros, algo que atrae la mirada de pequeños y no tan pequeños. "No es un espectáculo solo para niños, hay mucha diversidad", recuerda Lostal, para quien "el circo promueve unos valores que hacen que mucha gente conecte con él". 

"El circo está encontrando poco a poco su sitio, hay mucho respaldo del público, y eso hace que se le preste más atención", sostiene el presidente de Carpa. Y también aumentan las personas que sienten curiosidad por probar en primera persona el riesgo y la aventura que conlleva esta actividad. 

Cada vez hay más espectáculos de circo en la calle, teatros y otros espacios.

Cada vez hay más espectáculos de circo en la calle, teatros y otros espacios. / EL PERIÓDICO

Las ganas de hacer circo, en aumento

Javier Gracia es docente de la Escuela de Circo Social de Zaragoza que tiene su sede en La Harinera y lleva doce años impartiendo cursos y talleres sobre las distintas disciplinas que engloba el circo: malabares, acrobacias, aéreos, equilibrio, clown, etc. 

Sus orígenes se encuentran en el barrio de El Gancho, donde comenzaron dando clases de circo a jóvenes en situación de vulnerabilidad para mejorar su integración social. A día de hoy, sus cursos llegan a toda la ciudad a través de distintas actividades, y también a centros educativos que han abierto sus aulas a las artes circenses.

En poco más de una década, la Escuela de Circo Social ha pasado de 10 alumnos a los más de 150 en la actualidad

Según Gracia, el interés por aprender circo ha ido en aumento en Aragón, como demuestra que la escuela haya pasado de tener una docena de alumnos en sus inicios, a más de 150 en la actualidad. Además, hay gente que no va a clases como tal, sino que acude a la escuela o a las distintas asociaciones de técnicas circenses para entrenar por su cuenta.

"Es una actividad que esta en auge, cada vez se conoce más y hay más interés", afirma el profesor, que lo achaca a que el circo aúna cualidades que atraen mucho a la gente joven y a sus familias. "El circo combina trabajo físico con trabajo de grupo, no es competitivo a diferencia de otros deportes, y tiene un factor creativo que permite expresarse».

El circo aragonés ha alcanzado un alto nivel de profesionalización.

El circo aragonés ha alcanzado un alto nivel de profesionalización. / EL PERIÓDICO

Tener paciencia y aceptarse a uno mismo: grandes lecciones del circo

Además, indica Gracia, en el circo todo el mundo tiene cabida. "Cada uno llega a donde llega. En función de tus capacidades físicas y tu cuerpo, harás mejor unas cosas y peor otras. Eso enseña a valorar al resto, tolerar la frustración y aprender a quererte". Aprender a tener paciencia y a practicar para conseguir resultados es otra de sus ventajas educativas.

La Escuela de Circo Social imparte clases a jóvenes de los 6 a los 30 años. Buena parte del curso se centra en la creación de un espectáculo que se exhibe en el mes de mayo en el Festival de Circo Social. También en febrero se lleva a cabo el Espacio Reto, en el Teatro del Mercado, un espectáculo donde se muestran al público seis nuevas propuestas de artista emergentes de la ciudad para "fomentar la creación entre la gente joven y que den sus primeros pasos en la escena". Este 2024 alcanza su undécima edición.

DIFERENCIAS ENTRE EL CIRCO CLÁSICO Y EL CIRCO MODERNO

Cuando la gente piensa en el circo, se le viene a la cabeza la imagen de los payasos, animales y demás personajes del circo clásico. No obstante, desde sus humildes comienzos con los circos ambulantes en el siglo XVIII hasta los grandes espectáculos de hoy en día, el circo ha evolucionado y se ha convertido en una forma de arte única.  

El circo moderno abarca una amplia gama de disciplinas que requieren años de entrenamiento y dedicación. Los intrépidos acróbatas que desafían la gravedad, los equilibristas que dominan la cuerda floja, los malabaristas con su destreza y coordinación impresionantes, o los trapecistas suspendidos en el aire, mantienen asombrado al público mientras suben el nivel de dificultad. Tampoco hay que olvidar a los payasos que, con su ingenio, hacen reír a carcajadas y siempre dan un toque de alegría y diversión que compensa los momentos de mayor tensión.

En las últimas décadas el circo ha introducido cambios para adaptarse a los nuevos gustos de la sociedad. "El nuevo circo ha alcanzado un gran nivel de profesionalización", indica Eduardo Lostal, presidente de la Asociación de Profesionales de Circo de Aragón (Carpa).

Los espectáculos itinerantes han dado paso a actuaciones a pie de calle, en teatros y otros espacios culturales. "La dificultad, el riesgo y la técnica del circo clásico se mantienen, pero el circo actual se mezcla con el teatro, la música y la danza para crear un espectáculo más completo", dice Lostal. Esto hace que también haya muchas más personas involucradas: coreógrafos, diseñadores de vestuario, técnicos de luces y sonido, etc.

A pesar de estos cambios, el circo sigue siendo un arte fascinante y un lugar para dejar volar la imaginación.