CAMINO A LAS URNAS

Sánchez, a la caza del voto progresista perdido en Huesca

El candidato socialista busca un golpe de efecto y apuesta por las provincias pequeñas como la altoaragonesa, en cuya capital se perdió el 18% de los votos al fragmentarse la izquierda en cuatro formaciones distintas

El PSOE Aragón cierra filas con el presidente con Lambán a la cabeza en un mitin al que Sánchez llegó transcurridos 30 minutos directo desde una cumbre de la UE en Bruselas

Pedro Sánchez, durante el mitin en el Hotel Abba de Huesca, este lunes.

Pedro Sánchez, durante el mitin en el Hotel Abba de Huesca, este lunes. / JAVIER BLASCO (EFE)

Pedro Sánchez busca un golpe de efecto a seis días de las elecciones. Frente a los «pronósticos interesados» que auguran una victoria clara de Feijóo, el candidato socialista se lanza a la caza del voto progresista que se diluyó como un azucarillo el pasado 28 de mayo en provincias pequeñas como Huesca. Lo ha hecho hoy precisamente en la capital altoaragonesa, donde todos los socialistas aragoneses –desde Javier Lambán a Pilar Alegría– han cerrdado filas con el presidente. Llegaba directo desde Bruselas, donde se celebra una cumbre entre la UE y los presidentes latinoamericanos, y por eso aterrizó en el Hotel Abba de Huesca cuando el mitin ya iba por la media hora y Alegría estaba en lo más alto de su intervención, que cortó de forma abrupta para recibir al presidente. Sánchez pidió el voto a ese electorado que «nunca ha votado al PSOE o que se abstuvo» e incluso a aquellos que votantes del PP y Ciudadanos que repudian los pactos con Vox que apuesten por el PSOE porque «una sociedad solo puede avanzar a golpe de conquistas sociales». 

«A todos los que votaron progresista y no al PSOE en provincias como Huesca el pasado 28 de mayo, quiero deciros que el voto al PSOE tiene un doble valor: garantizamos cuatro años más de progreso y avances sociales y es el único voto que frena al PP y a Abascal. Por eso pido el voto a todos los progresistas de Huesca para consolidar los votos y los avances sociales de los últimos cuatro años», dijo Sánchez.

"El voto al PSOE tiene un doble valor en Huesca porque garantiza cuatro años de avances y frena los retrocesos del PP y Vox"

El presidente del Gobierno eligió Huesca porque allí se reparten tres escaños y el tercero está en el aire entre el PP y los socialistas. Es un dos a uno de manual, dicen las encuestas, por lo que Sánchez apeló al voto a su izquierda que se fue por el desagüe el pasado 28 de mayo, un hecho que hizo a Huesca el paradigma de la fragmentación de la izquierda. En la capital, la izquierda concurrió en cuatro formaciones distintas (Podemos, CHA, Equo y Cambiar Huesca) el 18% de los votos se fue literalmente a la basura porque ninguna formación alcanzó la barrera del 5%. Lo que ocurre es que el planteamiento de Sánchez choca frontalmente con el de Yolanda Díaz y Sumar en una provincia en la que la coalición Podemos-Ahora Alto Aragón en Común ya logró el diputado en 2015.

Este lunes era el último día en el que la legislación electoral permite publicar encuestas y Sánchez aprovechó para cargar contra las encuestas desfavorables, que calificó de «pronósticos interesados». Todas dan una victoria clara al candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, con la excepción de la que publica el CIS de Tezanos, que refería un triunfo socialista por 1,4 puntos porcentuales. «No conocen a los socialistas: nosotros no nos resignamos, sino que reforzamos nuestra determinación en que ganarían los españoles y españoles con avances que votaron».

El presidente del Gobierno también criticó a «esos que tanto han hablado de nuestros pactos estos cuatro años». Por ahí ha atacado el socialista madrileño, que denunció que «no deja de ser doloroso que el primer pacto entre PP y Vox en las comunidades autónomos sea cuestionar los derechos LGBTI, negar la violencia machista o censurar la cultura». «No son sus derechos: son las libertades de miles de hombres y mujeres que no se van a dejar arrebatar esos derechos el próximo 23 de julio», remató Sánchez. 

Respecto a sus pactos, criticados por apoyarse en el independentismo catalán y en Bildu, dijo que ha «buscado votos hasta debajo de las piedras» para sacar adelante una reforma laboral que quintuplicado los contratos indefinidos, para revalorizar las pensiones conforme al IPC, aprobar una ley de muerte digna, reconocer el derecho a la prestación de desempleo para las trabajadoras del hogar o elevar los permisos de paternidad y maternidad hasta las 16 semanas. «Esa es la gran diferencia entre ellos y nosotros: nosotros llegamos a acuerdos para avanzar en derechos y libertades y ellos pactan con Abascal retroceder en derechos y libertades». 

El hotel Abba de Huesca fue una fiesta del puño y la rosa. Siempre lo es cuando Sánchez visita las tierras oscenses, donde los socialistas son próximos al secretario general, encabezados por el expresidente de la Diputación de Huesca Miguel Gracia o Marcelino Iglesias, ayer presentes en el mitin. Sánchez incluso abrió su intervención interpelando a Gracia, una alusión que no tuvo para Lambán ante los micrófonos ni fuera de ellos, precisamente porque las desavenencias del ejeano, secretario general del PSOE Aragón, con los socialistas oscenses y con Sánchez son públicas y notorias en tiempos que se han asemejado a aquel Beirut aragonés del que hablaba Alfonso Guerra.

Nadie confirmó la presencia de miembros del partido hasta que comenzó el acto, pero allí estaban, como prometieron al inicio de la campaña, tanto Lambán como la turolense Mayte Pérez, Carlos Pérez Anadón, Lola Ranera, Marta Gastón u Horacio Royo, entre otros. No hubo intervención de Lambán ni tampoco saludo con Sánchez. Cada uno se fue por un lado: uno a Ejea y el otro directo a Bruselas, donde la cumbre continúa este martes a cinco días de las elecciones generales