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Música sin prejuicios

UN GRUPO DE USUARIOS DEL CENTRO OCUPACIONAL DE LA FUNDACIÓN DOWN ZARAGOZA HA PASADO POR LOS TALLERES DE CREACIÓN MUSICAL INCLUSIVA QUE CAIXAFÓRUM VIENE ALBERGANDO DESDE HACE TRES AÑOS

Música sin prejuicios

En cierto modo, la música nos iguala y nos une a todos los seres humanos. Salvo que se padezca una discapacidad auditiva total, es un arte que cualquier persona puede sentir y disfrutar. Pero no solo eso. Cualquiera puede también interpretarla, al margen de sus capacidades.

«Hay que abrir la mente. Hacer música no es solo tocar bien la guitarra. También puede ser tocar un pandero y que suene bonito. Tengamos las capacidades que tengamos, vamos a poder tocar instrumentos y hacerlo bien. Quizás no la guitarra, que requiere muchas horas de estudio, pero hay miles de instrumentos». Quien habla es Laura Roda, directora del centro ocupacional de la Fundación Down Zaragoza.

Este centro organiza talleres y tiene también un proyecto de ocio autónomo en el que son los propios usuarios quienes programan sus actividades. «Una de las cosas que más nos gusta es participar con la comunidad. Es importante que seamos ciudadanos activos, y para ello es importante participar en las actividades que promociona la ciudad o que organizan otras entidades», expone Roda.

Visto el éxito que tuvieron entre los usuarios de la Fundación Down los talleres de danza inclusiva organizados por Pares Sueltos, el centro ocupacional decidió probar también con la iniciación en la música para terminar el curso. Y el programa Escucha, descubre y crea tu música, que CaixaFórum Zaragoza viene acogiendo desde hace tres años, se ajustaba como anillo al dedo para a sus necesidades.

Se trata de un taller musical hecho por y con personas adultas que conviven con algún tipo de discapacidad intelectual. «Y hemos comprobado que les encanta, ya que además de ser una actividad muy bonita, Marta y Óscar le han sabido encontrar el punto exacto para que a ellos les guste tanto», señala Laura.

Marta Temprado y Óscar Carreras son dos músicos profesionales que, a lo largo de siete sesiones de creación y participación, trabajaron con los usuarios del centro ocupacional de la Fundación Down para preparar un concierto, que fue la culminación de este aprendizaje. Este se celebró el 29 de junio en CaixaFórum.

«Yo soy musicoterapeuta pero esta actividad no tiene carácter terapéutico. El fin es crear música y disfrutarla como cualquier otra persona puede hacer. Lo único que nosotros hacemos es facilitar que todos puedan hacerla, más allá de sus limitaciones. Esa es quizás la mayor diferencia con una escuela de música, en la que quizás no puedes entrar si no tienes ciertas capacidades», comenta Marta.

Ella y su compañero crean composiciones para la ocasión. «No encajan en el concepto tradicional de canción estructurada, sino que más bien se trata de ambientes muy flexibles para poder integrar que haya espacio para todo el mundo», añade.

«Generamos unas pautas de trabajo previas para estar prevenidos para el tipo de diversidad que nos llega. Pero a lo largo del taller se va mejorando el sistema, porque hay muchos tipos de personas con diferentes dificultades, y vamos adaptando cada una de las canciones para conseguir la participación íntegra del grupo», explica Óscar.

Para Daniel, uno de los usuarios del taller, el resultado no puede ser mejor. «He tenido suerte con la gente del taller de música. Me han apoyado mucho, y ya tengo ganas de volver con otro taller», asegura.

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