El rey Juan Carlos pasará a ser capitán general de las Fuerzas Armadas en la reserva después de firmar hoy su abdicación, según explicó ayer el ministro de Defensa, Pedro Morenés, durante su visita a las tropas desplegadas en Dakar (Senegal). "Tendrá Juan Carlos el mismo tratamiento que cualquier militar en la reserva", añadió el ministro, lo que significa, entre otras cosas, que podrá vestir el uniforme.

Desde el punto de vista militar, pasar a la situación de reserva permite ser activado y ocupar algún destino, algo que no está contemplado en la situación de retirado, además de poder seguir recibiendo el tratamiento correspondiente al cargo que desempeña en los Ejércitos.

Está previsto que Juan Carlos imponga el fajín de capitán general a su hijo en una solemne ceremonia que tendrá lugar mañana en el Palacio de la Zarzuela, antes de la proclamación de Felipe VI en el Congreso de los Diputados, donde será recibido por un batallón de honores compuesto por una escuadra de gastadores y cuatro compañías de los tres ejércitos y la guardia civil. El Príncipe tiene actualmente el empleo de teniente coronel en el Ejército de Tierra y en el Ejército del Aire y el de capitán de fragata en la Armada.

Ya dentro del hemiciclo, el presidente del Congreso, Jesús Posada, abrirá la sesión, en la que el nuevo Rey jurará fidelidad a la Constitución y tomará la palabra. Un portavoz de la Zarzuela aseguró que "será un gran discurso porque se está preparando desde hace tiempo". Esta fuente no quiso desvelar si el futuro jefe del Estado hablará también en las lenguas cooficiales.

Es segura la ausencia de su padre, mientras que su madre, la reina Sofía, presenciará la coronación de su hijo desde una tribuna especial, junto a su hija Elena (Cristina tampoco estará) y las hermanas de Juan Carlos, las infantas Pilar y Margarita.