Calanda y Fraga también han vivido el día grande de sus fiestas en honor a la Virgen del Pilar aunque de forma muy diferente. Mientras que en Calanda los actos recuerdan a los de un año cualquiera antes de la pandemia, en Fraga las celebraciones han sido mucho más austeras debido a la suspensión, hace ya varias semanas, de la tradicional ofrenda, entre otros actos.

La localidad bajo aragonesa ha vivido la jornada «con mucha emoción y muchas ganas», ha recalcado su alcalde Alberto Herrero. Desde el pasado vienes, Calanda ha estado celebrando los distintos actos que conforman sus fiestas patronales. En su día grande, han sido más de 1.000 los calandinos y visitantes que han querido llevarle flores a la Virgen del Pilar que como cada año estaba situada en un escenario en el centro de la Plaza de España. «El día ha acompañado, porque hacia muy bueno y los vecinos han sido responsables y, como llevan haciendo todos los días, han seguido todas las indicaciones que se han dado desde el ayuntamiento», ha comentado el primer edil.

Ofrenda atípica

La tradicional ofrenda de flores ha comenzado sobre las diez de la mañana y ha transcurrido sin incidencias ni retrasos durante toda la mañana hasta casi medio día. Los calandinos han asistido también a la misa solemne que tuvo lugar a las 11.00 en el Templo del Pilar.

Los actos han continuado a lo largo de la tarde con una corrida de toros en la que se rindió homenaje a Ignacio Zorita, gerente durante varios años de la plaza de toros de la localidad bajo aragonesa. La jornada termina con los tradicionales fuegos artificiales y una actuación tributo a la banda Abba Live TV en el pabellón de festejos municipal.

Durante el día de mañana, último de las fiestas del Pilar 2021, tendrá lugar la celebración de San Miguel, patrón de Calanda y que, como cada año, se traslada del 21 de Septiembre al 13 de Octubre para que pueda coincidir con las celebraciones del Pilar. Para concluir los actos tendrán lugar actuaciones infantiles y una Revista de variedades Desde Benidorm a Calanda de la Compañía Luis Pardos.

Aun con la última jornada de las fiestas por delante, el alcalde Alberto Herrero ha hecho un balance muy positivo de las jornadas festivas, «los calandinos han salido muchísimo, todos los actos que habíamos organizado han estado llenos, el tiempo nos ha acompañado y la verdad es que no hemos podido pedir más».

Además, el primer edil ha querido agradecer a sus vecinos su comportamiento. «Para mí, como alcalde, ha sido muy emocionante ver a mis vecinos disfrutar y además todos han cumplido con las recomendaciones del ayuntamiento y han demostrado que es posible tener actos culturales seguros», añade Herrero. 

En el caso de Fraga la situación fue completamente distinta. El consistorio de la localidad del Bajo Cinca decidió ya a principios de agosto que viendo la situación pandémica la mejor solución era suspender los actos que tenían ya programados para sus fiestas patronales, entre ellos la tradicional ofrenda de flores de la virgen del Pilar. Aunque los vecinos asumieron con resignación esta decisión, al rededor de una veintena de personas han decidido acercarse hasta la Iglesia de San Pedro para llevarle flores a la virgen.

El obispo de la diócesis Barbastro - Monzón, Ángel Pérez junto con los ramos de la ofrenda SERVICIO ESPECIAL

Desde el ayuntamiento no se ha realizado ningún tipo de acto institucional. Por las calles no se ha visto el tradicional traje fragatino ya que los únicos ataviados han sido los miembro de la Rondalla Peña Fragatina, encargados de amenizar con jotas la tradicional misa del día del Pilar, único acto que tuvo lugar durante toda la mañana.

A esta ofrenda improvisada también ha querido asistir Javier Badules, premio extraordinario del Certamen oficial de Jota, quien ha hecho especial hincapié en que Fraga es «una de esas localidades que sienten a la virgen del Pilar desde muy dentro».

Por la tarde y para dar fin al día del Pilar, de nuevo los integrantes de las rondalla han sido los encargados de llevar a cabo una actuación folclórica en el Parque de La Pinada que, con un aforo de 500 personas y todas las medidas higiénicas y de seguridad necesarias, ha sido el lugar que ha acogido los pocos eventos que han podido celebrarse estos días, entre ellos un concierto del cantautor Nil Moliner.

Debido a la escasez de actos han sido muchos los vecinos de Fraga que han decidido pasar el puente festivo fuera de la localidad, lo cual se ha traducido en una falta de ambiente festivo e ilusión por las calles de la localidad, los que decidieron quedarse vistieron la tradicional pañoleta naranja de la Peña Fragatina.

El Ayuntamiento de Fraga mantiene que «se han cumplido con las directrices del Departamento de Sanidad» y aseguran «tener la vista puesta en el 2022», cuando se espera que puedan llevarse a cabo unas fiestas del Pilar con total normalidad. Además, la alcaldesa, Carmen Costa ha asegurado que los fragatinos podrán disfrutar de los actos culturales que han sido suspendidos a lo largo del 2022.