HASTA EL 15 DE ABRIL

Crónica de 'Grease': Dosis de brillantina musical

El Palacio de Congresos de la Expo acoge la producción basada en la mítica película

'Grease. El musical' está en el Palacio de Congresos de la Expo durante las Fiestas del Pilar.

'Grease. El musical' está en el Palacio de Congresos de la Expo durante las Fiestas del Pilar.

Daniel Monserrat

Daniel Monserrat

No hay mucho espacio para sorpresas. Casi cincuenta años después del estreno (en España lo hizo en 1978) de una de las películas que ha marcado a toda una generación (aunque visto el público que acude al espectáculo, parece que lo ha hecho de manera bastante transversal), el espectador que acude a ver el musical de 'Grease' lo hace prácticamente desde la militancia en el asunto. Y ahí, el musical, que está en cartel en el Palacio de Congresos de la Expo durante las Fiestas del Pilar hasta el próximo 15 de octubre, ofrece exactamente lo que se espera.

Es decir, una producción trabajada en torno al desarrollo de la película y bañada a través de las canciones (en castellano, eso sí) que todo el mundo conoce, ha cantado e incluso ha bailado. Todo en más de dos horas y media de espectáculo en el que se lucen los dos protagonistas (no podía ser de otra manera) aunque justo es decir que no todo el elenco brilla a la misma altura (sí lo hace especialmente la intérprete de Rizzo, Isabel Pera). Con un descanso de veinte minutos (en el que se puede hacer una rápida visita al bar montado para la ocasión), 'Grease. El musical' recuerda al público una realidad casi desconocida en la actualidad y le hace recordar que, quizá (solo quizá, allá cada cual), cualquier tiempo pasado fue mejor… y que el primer amor está lleno de contradicciones incluso en la vejez.

Sencilla pero efectiva

La puesta en escena del musical es sencilla, pero efectiva. No renuncia a casi ninguno de los elementos característicos que le imprimen un sello particular a la película, aunque es verdad (también por la comprensión obligada por el tiempo) que algún diálogo parece excesivamente aligerado. Aun así, es un detalle que no hace que el público deje de disfrutar. Incluso en la sesión inaugural (la del jueves por la noche), la gente (los más jóvenes sobre todo) dudaron sobre si levantarse a bailar las canciones del musical. Y es que, ya saben, la vida con música es mejor.