Liverpool El primer ministro británico, Tony Blair, asistió ayer en Liverpool (norte de Inglaterra) al funeral en memoria del ingeniero inglés Kenneth Bigley, secuestrado y decapitado en Irak el pasado octubre y cuyo cadáver aún no se ha recuperado. Blair, que horas antes se había reunido en Washington con el presidente estadounidense, George Bush, leyó un pasaje de la Biblia, del libro de los Corintios, a petición de la familia. El primer ministro asistió al servicio religioso, que incluyó referencias a todos los credos, acompañado de su esposa, Cherie (ambos, en la foto), y el ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw.