LA DIMISION ayer, tal y como estaba previsto, del ministro francés de Economía, Nicolas Sarkozy, para consagrarse a la dirección de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), provocó un reajuste en el Gobierno que beneficia esencialmente a los fieles del presidente, Jacques Chirac. El objetivo de Sarkozy, señaló, es "rejuvenecer" el partido. M. C.