El asedio de las autoridades venezolanas al canal de noticias Globovisión ha alcanzado de lleno en los últimos días a sus dos principales accionistas. El pasado viernes, un tribunal ordenó la detención del presidente de Globovisión, Guillermo Zuloaga. La decisión responde a un juicio por supuesto acaparamiento, iniciado en el año 2009, tras del hallazgo de 24 coches nuevos aparcados en una propiedad de Zuloaga, quien es dueño de un negocio de venta de automóviles. Zuloaga, dijo ayer que no se entregará a la justicia por considerar la acusación una "venganza" del presidente, Hugo Chávez.

Asimismo, la Superintendencia de Bancos intervino el pasado lunes el Banco Federal, de Nelson Mezerhane, el otro gran accionista del canal de noticias, por presuntamente no cumplir con los niveles de capitalización exigidos.

En una entrevista con la cadena CNN, Mezerhane declaró que el Gobierno le está cobrando una factura política por no haber accedido a doblegar a Globovisión, caracterizado por su línea crítica ante el Gobierno de Hugo Chávez.